Estados Unidos.- Velocidad, puntería, juventud y sobre todo mayor peso fueron los atributos con los cuales el estadounidense Floyd Mayweather le propinó tremenda paliza al valiente, pero muy lento mexicano Juan Manuel Márquez, anoche en el MGM.

El veloz gancho de izquierda y su potente jab, que en ocasiones convirtió en recto, fueron los golpes principales con los cuales Floyd masacró rounds tras round el rostro del mexicano.

Así, volvió a quedar de manifi esto que un buen peso chico pocas veces le puede ganar a un excelente peso grande; además de que a Floyd no le afectaron las casi dos años que estuvo en el retiro, pero al mexicano sí le pesaron los casi dos kilos que le sacó el estadounidense en el pesaje del viernes pasado.

Desde el comienzo del combate Mayweather impuso condiciones, y en el segundo asalto mandó a la lona a Juan Manuel con un gancho de izquierda que enmudeció a la fanaticada mexicana.

En el sexto capítulo, el castigo de izquierda le provocó un corte en la ceja derecha al mexicano y por si fuera poco, con una potente derecha, Floyd le reventó la nariz a su rival. Una ligera reacción del azteca se dio en el séptimo, cuando puso contra las cuerdas a Mayweather, lanzó cuatro golpes, y un gancho en la cara fue el único que atinó a dar, pero los cantos de “sí se puede, sí se puede” sonaron fuerte.

Pero el manejo de izquierda y los remates con la mano derecha fueron letales para un valeroso azteca que sólo tuvo valor y nada más.

Las puntuaciones de los jueces fueron: 118-109; 120-107 y 119-108, es decir que el peleador mexicano no ganó un solo round.

Sí, Márquez es valiente y pagó cara la osadía de no obligar a su rival a sacrifi carse para dar los 65 kilos en los que se había pactado el combate, pero ya todo eso es pasado, el presente es que Juan Manuel deberá tomar unas largas vacaciones y después meditar sobre su futuro, pues seguirá siendo campeón de peso ligero de la AMB y la OMB.

Eso sí, por falta de valor, casi suicida, no se le puede reclamar al peleador mexicano.