Ciudad de México.- Un túnel del tiempo, con olor a frituras. Así podría definirse el restaurante McDonald’s que funciona con kioskos digitales dentro de una mansión histórica del año 1795 en Long Island (NY).

Denton House -ubicada en 2045 Jericho Turnpike, New Hyde Park- es considerada un hito histórico, pero estuvo a punto a ser demolida. Sigue en pie y habitada, pero no como muchos quisieran verla.

A menudo llamado el McDonald’s “más hermoso” de Estados Unidos y el mundo, se trata de una gran mansión blanca con un pórtico, una escalera doble estilo “Lo que el viento se llevó” e incluso una terraza comedor con divisores de vidrio para aislarse de los ruidos y olores de la vecina autopista Jericho Turnpike, en el condado Nassau.

La palaciega “McMansion” fue construida originalmente a finales del siglo XVIII como una casa de campo para Joseph Denton, descendiente de uno de los fundadores de la ciudad Hempstead.

Desde entonces ha cumplido múltiples funciones a lo largo de los siglos, incluso como funeraria y sede de varios restaurantes, antes de caer en mal estado hacia fines del siglo XX, según Atlas Obscura.

En su decadencia, el edificio en ruinas fue comprado por la corporación McDonald’s alrededor de 1985, que planeó demolerlo para poder erigir uno original. “Cuando asumimos el control de este edificio, fue un desastre, una verdadera monstruosidad”, comentó el vicepresidente regional de McDonald’s en Nueva York en ese momento, citó New York Post. “Había palomas por todas partes. Teníamos que destripar el edificio, derribarlo hasta las vigas”.

La noticia obviamente no les cayó bien a los residentes de la ciudad, quienes hicieron campaña durante años para salvar la mansión, ya que era uno de los pocos edificios históricos que quedaban en el vecindario.

McDonald’s capituló después de que los conservacionistas designaran el edificio como patrimonio histórico en 1988. La empresa multinacional promulgó entonces una campaña multimillonaria para restaurarlo a cambio de que le dieran permiso para construir un “drive-thru” de manera de servir a clientes desde sus autos.

La restaurada mansión reabrió en 1991 transformada ya en un McDonald’s, convirtiéndose en el único restaurante de franquicia en su tipo en EE.UU. que se encuentra en un edificio completamente renovado.

En ese momento el propietario dijo que quería “poner manteles y velas pequeñas a pilas en las mesas los viernes y sábados por la noche” para que los jóvenes pudieran usarlo como lugar de citas románticas. Los recién casados ​​incluso han organizado fotos de bodas allí, según reseñó en 1997 Los Angeles Times, al otro lado del país. Desde entonces no ha cambiado por fuera, aunque obviamente se ha modernizado por dentro y, para muchos, es una parada turística para comer y pasear.