“El activo más poderoso con el que contamos es con nuestra mente.” Robert Kiyosaki

El cambio inicia desde que nos damos permiso de mirar cuando algo ya no funciona para nosotros. Y todas las relaciones, incluso la relación que tenemos con el dinero, puede haber “funcionado” de tal manera toda tu vida pero es necesario que hoy te permitas revisar tus acciones y creencias respecto al dinero para tener una mejor relación y que éste fluya de una mejor manera en tu vida.

¿Cómo está tu situación financiera actual? ¿Cómo te organizas?

César Lozano, médico y motivador, en su conferencia sobre hábitos de manejo del dinero, habla de cómo se puede dejar de gastar en “gastos hormiga” desde comprar un café, ir con lista al súper, y esas visitas rápidas a la tienda de la esquina. Y cuenta su historia personal de cómo cuando ganó su primer sueldo se lo regaló de forma íntegra a su madre y ella lo recibió agradecida pero aconsejándole que siempre ahorrara el 10% de lo que gane. ¿Qué te suena familiar de tus gastos habituales o las creencias aprendidas del dinero?

¿Cómo identificar qué malos hábitos te están impidiendo crecer en tu área financiera? Date permiso de iniciar este 2021 realizando un análisis de tus finanzas personales en papel y lápiz y define de qué forma empleas constantemente tu dinero. Recuerda que el objetivo de tener un buen manejo de tus finanzas radica en tener conocimiento y priorizar en qué inviertes, gastas y ahorras. Pregúntate…

¿Soy desorganizado con el dinero? ¿Sé cuánto tengo, cuánto debo, y cuándo hay que pagar?

¿Suelo pensar a corto plazo y me acabo el dinero rápidamente?

¿Soy adicto a las tarjetas de crédito o a los préstamos?

¿Qué tantas deudas genero por adelantado?

¿Qué compro compulsivamente?

¿Qué quiero lograr a la larga y qué debo hacer para tenerlo?

Para comenzar a crear hábitos financieros saludables, comienza por…

1. Define un presupuesto. Cuánto dinero entra en tu hogar y cuánto sale. Clasifica los gastos en categorías educación, vivienda, diversión, transporte, seguro médico… Primero comienza por estructurar una libreta de gastos o un documento en Excel. Lo que mejor te sirva y te ayude a darle continuidad. Gastos diarios, semanales, mensuales y anuales.

2. Planifica los gastos anuales a corto plazo, el aproximado de impuestos, las vacaciones, tal gasto que solemos hacer, incluso el presupuesto de los regalos navideños y la jubilación.

3. Ahorro. El tener un guardadito para las eventualidades te ayudará a hacer frente a circunstancias o poder hacer inversiones no planeadas.

4. Analiza tus deudas y cuáles te roban más energía. El pago de obligaciones, créditos de vivienda, estudio es en ocasiones necesario para avanzar y hacernos de algo, pero analicemos el uso que le damos generalmente a la tarjeta de crédito y al gastar dinero que en este momento “no” tenemos y la ansiedad que se nos genera con esto. La energía de gastar un dinero que aún no generas te predispone una sensación de deuda e intranquilidad.

5. Comprométete a pagar con tiempo. Recuerda que el “ser buena paga” habla mucho de ti y es una de tus mejores cartas de presentación.

6. Protege lo que más te importa. El tener un fondo de emergencias o un seguro para momentos de dificultad, si es una inversión, pues en algún accidente o enfermedad, esto te ayudara a minimizar los impactos económicos.

Si realmente deseas tener unas finanzas más sanas, comienza por ser honesto con esos hábitos que te están atando e impidiendo crecer financieramente. Deja de tener compras compulsivas, de hacer un uso incorrecto en tus tarjetas, de gastar más de lo que tienes y de tener una casa u oficina llena de cosas que no son necesarias.

Comienza rompiendo tus hábitos negativos implementando hábitos positivos financieros. ¿Cómo? Dedica 15 minutos a la semana, quincena o mes para armar tu presupuesto y distribuir tus recursos de forma inteligente. Prioriza los gastos y recuerda invertir cierta parte en un ahorro. Warren Buffet decía “No ahorres lo que queda, después de gastar, gasta lo que queda después de ahorrar.”