El río Bravo fue navegable en un tramo de aproximadamente 420 kilómetros, desde el antiguo puerto de Bagdad hasta Roma, Texas, cerca de Ciudad Mier, Tamaulipas. El río Bravo fue navegable entre los años de 1846 hasta 1917, aproximadamente, sus aguas soportaban el desplazamiento de barcos de madera utilizando calderas de vapor, con capacidad para transportar hasta 200 toneladas de carga, incluyendo a la tripulación, que normalmente estaba conformada por un capitán, un piloto, un ingeniero, cocinero y ayudantes y fogoneros, estos últimos se turnaban para alimentar las calderas con troncos de mezquite, propios del área. Las embarcaciones provenientes de Europa y Estados Unidos se concentraban en Bagdad, que al constituirse en municipio, llegaron a vivir 12 mil habitantes.
Durante la guerra civil, llegaron a atracar frente a la barra de Bagdad hasta 200 embarcaciones. Las naves fluviales partían de Bagdad hasta Matamoros/Brownsville, luego continuaban hasta Reynosa, Río Grande y finalmente Roma. A pesar de que el río Bravo no ofrecía una buena navegación, Richard King y Mifflin Kennedy, fundaron una empresa naviera para transportar mercancías río arriba, sorteando infinidad de peligros, como los frecuentes bancos de arena que dejaban a las embarcaciones inmóviles hasta que el caudal aumentaba, las gavillas de salteadores que aparecían en ambos lados y a las hordas de indios que aparecían en busca de armas, dinero y alcohol.
De Matamoros a Bagdad se transportaba el algodón confederado, para luego seguir su viaje a Europa vía La Habana. Los botes de vapor tardaban un promedio de 15 días en cubrir la ruta hasta Roma, si no tenían incidentes, llegando a pequeñas poblaciones para vender sus mercancías, como: White, Palmito, Las Rusias, Galveston Robb, Santa María, Relámpago, El Rosario, Santa Ana, La Lomita, Penitas, La Joya, Los Ébanos, Las Cuevas, La Grulla, Río Grande y Roma. Ciudad Mier, Tamaulipas también se benefició de este comercio, las mercancías que llegaban por el río, eran transportadas en carretas a las poblaciones vecinas del estado de Nuevo León. Bagdad sufrió el embate de varios ciclones durante 44 años, el de 1889 la sepultó entre la arena, cerrando definitivamente el puerto a las grandes naves mercantes y solo se aventuraban pequeñas embarcaciones río arriba, dejando el Bravo de ser navegable. (Columna periodística “las Cosas de Coahuila” de Álvaro Canales Santos).
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