México, DF.- La devoción a San Judas Tadeo nació en Estados Unidos en una época de recesión económica; hoy la historia se repite y México más que nunca atraviesa las dificultades que la crisis trae: desempleo, inseguridad y una total falta de paz entre los mexicanos, una más de las causas imposibles, por la cual, a lo largo de todo el año, un México desesperado le ha pedido al santo de los casos difíciles, tiempos mejores, gracias a su santa intercesión.

A un día de que se celebre la fiesta mayor en honor al santo, el sacerdote René Pérez Díaz comparte sus impresiones.

“Yo creo que México vive una causa desesperada, esperemos que no desesperanzada, aquí la gente pide lo que está viviendo… el año pasado se hizo un un vaciado de todas las peticiones que van dejando en los relicarios y la que se dejan en una esfera que se encuentra junto al módulo, fueron más de 38 mil peticiones, de las cuales fueron cinco las que más se repetían, trabajo, salud, familia, paz y seguridad”, señala el sacerdote René Pérez Díaz, rector del templo San Hipólito y San Casiano.

“SAN JUDAS NO ES MAGO

Comenta que aunque no se pueden hacer interpretaciones completas de un texto pequeño, algunas peticiones son extrañas, por ejemplo la de alguien que se ha portado mal y pide que regrese su pareja, lo cual indica que hay un arrepentimiento anteponiendo a San Judas para que le arregle lo malo que él ha hecho, y es en este sentido cuando la religiosidad popular se tiene que ir purificando porque San Judas no es ningún mago.

“La devoción tiene que estar integrada en una vivencia cristiana, porque San Judas no te va hacer algo que no tenga que ver con tu bien y el bien de los demás, entonces este tipo de peticiones son pocas; uno punto y fracción, pero la mayoría son sobre las condiciones que el país vive”, dice el rector del templo.

Argumenta que siendo San Judas Tadeo un fenómeno religioso tan fuerte y que además está atrayendo a muchos jóvenes de cierto sector como los chavos banda que provienen de extractos donde hay desintegración familiar, San judas Tadeo se está convirtiendo en un ícono cultural y que además para el resto de la población tiene un mensaje de fondo.

DEBE LLEVAR A SER MEJOR CRISTIANO

“San Judas Tadeo fue apóstol y su devoción tiene que llevarlos a vivir su devoción cristiana, a encontrar siempre en el final al Jesús pasando por San Judas, que es una devoción popular nos hace mejores personas, que nos hace integrarla en un compromiso cristiano que si la desenganchamos puede convertirse en un escapismo en una tergiversación o solamente quedamos en cosas mágicas, en esoterismo, por ello, si no te lleva a ser mejor cristiano no la estás llevando correctamente”, advierte el padre René.

En resumen: la devoción por San judas Tadeo tiene que llevar al feligrés a ser un mejor cristiano, “en efecto” dice el padre, “en el templo de San Hipólito se ve gente con verdaderos signos de conversión: recibimos frecuentemente confesiones de personas con devoción profunda, incluso donde hay una obra social, por ejemplo, en la misa de enfermos, un voluntariado participa en la atención de drogadictos, se reparten a más de 100 familias cada mes una despensa, se va creando una conciencia social y caritativa de la gente, por eso decimos que cualquier devoción tiene que llevarte a vivir mejor la fe”, explica el padre.

TODOS TIENEN CABIDA

Se dice entonces que un milagro es la intervención de Dios de una manera extraordinaria en la vida de una persona, Dios no hace milagros que no son pedidos, intervine cuando la gente está creyendo en él, en este caso hay una fe entregada a San Judas Tadeo y Dios, por ello existen evidencias de los milagros, que representan cambios espirituales de conciencia y sobre todo de actuar.

De esta manera, San Judas Tadeo se ha manifestado en la vida de sus devotos de cientos de maneras, por ello es un santo universal que interviene en todo tipo de cusas difíciles, desde los problemas de la juventud que se presentan en mayor número en las misas del día 28 de octubre, hasta los casos de familias acomodadas o de escasos recursos.

“Llegan personas de traje o de camiseta, San Judas Tadeo es un santo universal y las necesidades llegan de todos sectores de la gente, por eso también llegan políticos importantes, artistas, personas que se dedican a la prostitución y como cualquier santo atiende las necesidades de todos”, finaliza el rector de la iglesia de San Hipólito.

MISIONEROS CLARETIANOS, DIFUSORES DE LA FE

» Desde el origen de la fe a San Judas Tadeo, los misioneros Claretianos, que se originan en España, han sido piezas clave para difundir la devoción al santo de los casos difíciles, como lo hicieron en los Estados Unidos y en México.

» De hecho en el marco del novenario a San Judas Tadeo se celebra a San Antonio María Claret, sacerdote diocesano que funda la congregación a sus 42 años, en las misas del templo San Hipólito y San Casiano, uno de los misioneros claretianos lo recuerda como un hombre que no llegaba a medir más de 1.60 metros, pero que tenía un gran ímpetu para difundir la fe, por lo cual, lo nombran Arzobispo de Cuba. Fue de los primeros en ser llamado misionero apostólico: “San Antonio María Claret es uno de los apóstoles de nuestro siglo” dice el misionero claretiano, mientras alude a la imagen del santo que es puesta en el atrio principal.

» La presencia de los claretianos se encuentra en 60 países con poco más de 3 mil miembros, para ellos América era llamado el continente de la esperanza ya que había muchas vocaciones, pues más del 60% de la población es católica, sin embargo, ahora existen vocaciones en África y Asia.

EL ORIGEN DE LA DEVOCION

La devoción a San Judas Tadeo crece de manera especial en los años de recesión en Estados Unidos donde los claretianos iniciaban su proceso de evangelización con migrantes hispanos, lo llamaron el santo de los casos difíciles porque en medio de estas épocas su devoción creció entre el pueblo hispano y particularmente el mexicano que luego adoptaría esta tradición, para poner en manos del santo los casos más imposibles.

“Los claretianos tenemos ya en este templo 117 años, se recibe esta casa en 1892, de manos del arzobispo Labastida, pasan los años y, entonces la provincia claretiana de México fue un poco madre de otras provincias en la zona de aquí parten padres misioneros mexicanos y españoles a fundar misiones en Estados Unidos, Centroamérica y las Antillas”, explica el sacerdote René Pérez Díaz, rector del Templo San Hipólito y San Casiano.

Relata que en los Estados Unidos en los años 20 había una gran migración de mexicanos, sobre todo en Chicago que son principalmente hispanos, es allí donde se recibe una misión en el barrio sur, conformado por tres grandes colonias de la zona que el cardenal de Chicago encomienda a los Claretianos justamente en torno a una misión dedicada a la Virgen de Guadalupe.

“Eran tiempos de recesión, y el padre Jaime Tort, del norte de España que había pasado por México en su destino y después por Arizona, llega a la misión naciente en Chicago, y en medio de la dificultades económicas y sociales que trae la recesión, a él se le ocurre la devoción a San Judas Tadeo, una devoción que ya estaba naciendo en países sudamericanos y algunos incluso de manos de la congregación en Chile donde hay un Santuario dedicado a San Judas Tadeo”, narra Pérez Díaz.

EL ORIGEN DE LAS “CAUSAS DIFICILES”

Describe que ya migrantes hispanos habían vivido en su país de origen, la devoción, y el sacerdote Jaime Tort se sentía lazado a esta misma. Por lo que conserva una estatua de San Judas Tadeo proveniente de alguno de los migrantes seguramente sudamericanos.

“Él se había hecho de alguna manera devoto a San Judas Tadeo, pero todavía no se instauraba significativamente en los Estados Unidos la devoción por el santo, y se da a la tarea de poner la imagen en un periodo difícil, por eso, desde entonces es conocido como el señor de las causas difíciles y desesperadas, y arranca la devoción así”, afirma el padre de San Hipólito.

El Padre Jaime Tort se da cuenta de que no había imágenes de San Judas Tadeo en Estados Unidos, y en base a la imagen que poseía manda hacer a España una réplica, de la cual es copia exacta la que yace en el centro del altar de San Hipólito y San Casiano.

“La imagen original de San Judas Tadeo está en un santuario de la Virgen de Guadalupe en Chicago que es donde nace la devoción hacia el año 27, pasan los años y había una comunicación muy directa entre la provincia mexicana y la delegación de Estados Unidos y los padres españoles que estaban atendiendo este templo en México observan que había una similitud dentro de los planes pastorales y deciden traer la imagen a San Hipólito”.

LA FIEL DEVOCION

Añade que San Hipólito y San Casiano era un templo de características particulares y otras devociones habían bajado… así que era momento de analizar la misma fuerza de la devoción… había pasado el tiempo de la postguerra en Estados Unidos y en cambio, esta devoción permanecía.

“La devoción a San Judas Tadeo se arraigó en hispanos y mexicanos y se decide traerla en el año 58, se coloca la imagen en una capilla que está dedicada a los Santos Mexicanos… la devoción empieza a crecer a tal grado que al paso de los años, al término de cada procesión, ya la ubicaban en el templo en el altar mayor, pero se decide en el año 82 ubicarla de manera fija en el altar principal, en medio de los que sí son santos San Hipólito y San Casiano”, finaliza el padre René Pérez Díaz.

CADA VEZ MAS CREYENTES

“La devoción crece y se multiplica de manera importante; como sabrán la fiesta es el 28 de octubre, pero se va replicando casi cada mes, es una fiesta con una afluencia de personas que van desde los 50 y 70 mil y en un día de fiesta cuando es mesurado, llegan a ser 80 ó 90 mil peregrinos procedentes del Estado de México, del sureste como Chiapas, Tabasco, Querétaro” señala el rector de la iglesia.

Y pese a que el Templo de San Hipólito y San Casiano no es oficialmente santuario a San Judas Tadeo, adquiere ya las características de algunos que lo son en otros países:

“Todavía no hay una devoción tan grande como la de la Virgen pero poco a poco llegan peregrinos de otros lugares, la diferencia, por ejemplo, con el santuario de la Virgen de Guadalupe es que posee una imagen que no está en ningún otro lado y por lo mismo atrae a mucha gente de distintas partes, aquí es una imagen que ha crecido en devoción aunque es una imagen distinta, porque incluso no tiene las vestimentas blanca y verde que son las clásicas, sino verde y rojo”, resalta el padre.

Y sostiene que definitivamente en la gran mayoría de devociones no depende de que los sacerdotes o misioneros las propongan, sino de la misma fe de los devotos:

“Si la gente se identifica y responde al desarrollo cristiano de vivencia religiosa, aquella devoción va encontrar raíz, por fuerza propia y de manera más fuerte, en incluso en otros ambientes, aquí es el templo del centro pero hay otros cinco lugares en la arquidiócesis donde lo veneran y cuya devoción crece a su propio ritmo” puntualiza el padre René Pérez Díaz.