Saltillo, Coah.- El demonio se apoderó de un pequeño de apenas 12 años, a quien ya se le han practicado tres exorcismos pero aún hay momentos en los que preocupa mucho a su familia, pues de pronto alguien lo jala para debajo de la cama o al patio trasero.

Fue el padre José Luis del Río y Santiago quien al ver a José Enrique Oyervides Esquivel dijo que presentaba claros signos de estar poseído, como la mirada fija con mucho brillo, los gruñidos e incluso la resistencia al exorcismo.

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“Dios es el único que nos va ayudar; he tenido el valor de enfrentarlo y lo voy a seguir haciendo”, aseguró Olga Hortensia Esquivel, madre del menor, quien fue dado de baja en la secundaria en donde cursaba el primer grado.

Los padres de Enrique relataron que todo inició el 24 de diciembre, cuando rentaron una casa en la colonia Santa Cristina, en donde él y sus tres hermanos pequeños comenzaron a ver a una mujer.

La silueta de una mujer que se asomaba por las ventanas y les decía que iba por su padre Jaime Enrique Oyervides, lo hacía correr hasta la casa de su tía, en avenida San Ángel 532, de esa colonia.

Aunque Olga Hortensia al principio pensó que eran sólo mentiras del niño, las cosas fueron tomando otro giro, pues la mujer desapareció y ahora era un hombre quien les arañaba las ventanas y gritaba que iba por el padre de familia, pero describía a esta persona como un diablo.

Mientras los días avanzaban la situación se agravaba, pues en una ocasión hicieron una oración para poder rescatar a José Enrique, que por momentos permanecía con la mirada perdida y no reaccionaba al hablarle.

“No nos dejaban hacer la oración, tocaban la puerta un vendedor, otro y así, hasta que me tuve que parar de la mesa y al voltear parecía que estaba forcejeando con alguien pero no había nadie, pero de pronto tenía todos los brazos arañados”, platicó la tía del menor.

Dicen que hay momentos en que habla como si fuera otra persona.

Ante la preocupación sus familiares decidieron llevarlo al Centro Estatal de Salud Mental, en donde le dijeron que no tenía ningún tipo de explicación científica y le dieron medicamento para controlarlo, pero aseguran que sólo lo hace dormir unos minutos y despierta con mucho más fuerza.

“Ésta es la tercera vez que hacemos el rito. Como todo demonio, se resiste, no se puede definir cuánto tiempo podría tardar en erradicarlo, porque cada caso es diferente”, aseguró el sacerdote.

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