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Por
Leticia Espinoza
Publicado el viernes, 26 de octubre del 2012 a las 14:03
Saltillo.- Según los cánones de la Iglesia católica el pecado de haber celebrado misa sin estar consagrado como sacerdote debe castigarse con excomunión, pues se atentó contra el Santísimo Sacramento.
Según la Pastoral de comunicación de la Diócesis, el falso presbítero entró al templo con el permiso del vicario parroquial, pero luego de oficiar misa fue interceptado por el padre Arturo Álvarez cuando llegó a la sacristía y reconoció que era un ex seminarista que había truncado sus estudios.
Al cuestionar al impostor comentó que era fraile franciscano y ordenado en la Diócesis de Reynosa por el arzobispo Rafael Romo; se excusó porque tenía que atender a una persona y abandonó el templo.
El sacerdote corroboró en la Diócesis de Reynosa y en la orden franciscana que el individuo nunca se consagró como sacerdote.
El padre Mario Cruz Méndez, integrante del tribunal eclesiástico de la Diócesis, dice que hay seis tipos de delitos que marca el código canónico, y la falta cometida por el ex seminarista es grave y considerada pecado, por lo cual quedaría excumulgado.
“En el código de derecho canónico hay un apartado que se llama ‘De las penas para los delitos’, en el apartado tercero, el tipo de pena, hay uno que se llama ‘de la usurpación de funciones eclesiásticas’, en el canon 1378 señala que se incurre en pena ‘latae sententiae de entredicho”, quien sin haber sido promovido la orden sacerdotal atentó a realizar la acción litúrgica del sacrificio eucarístico”, comenta.
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