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Por Jesús Castro
Publicado el domingo, 5 de febrero del 2017 a las 10:00
Saltillo, Coahuila.- El día en que subió un coahuilense a la tribuna del Constituyente de 1917, llevaba una pistola en el cinturón. De frente amplia y tupido bigote, con puntas enroscadas hacia arriba, el legislador tomó la palabra.
“Señores diputados: No temáis que yo venga a haceros aquí una ensalada de lengua, ni a lanzaros alusiones de volcán”. Con eso bastó para hacer silencio en la sala de sesiones.
Era el diputado constituyente por el IV Distrito con cabecera en Monclova, Jorge E. Von Versen, uno de los seis que firmaron la Constitución el 5 de febrero representando a Coahuila. Aunque el número de coahuilenses que plasmaron su rúbrica en la promulgación de hace 100 años fue 13, pues otros siete asistieron como legisladores representando a otros estados.
Esa ocasión que Von Versen subió al estrado fue para oponerse al proyecto del Artículo 9 propuesto por Venustiano Carranza, jefe político del Constitucionalismo. El tema era el derecho a la libre reunión y asociación, un derecho inexistente en la dictadura porfirista, invalidado por Victoriano Huerta y que según Von Versen, Carranza quería seguir usando a su favor.
“El Artículo 9, tal cual lo propone el ciudadano primer jefe en su proyecto, es precisamente todo lo contrario de lo que nos decía el señor Chapa. Aquí se viene a reforzar precisamente el atentado que en otros tiempos cometían porfiristas y ahora, según el proyecto, puede ser reforzado legalmente ese artículo”, dijo el diputado federal.
Le echó en cara a Carranza haber elaborado un artículo con la esencia porfiriana, donde permitía considerar legal una reunión convocada con objeto lícito, pero que el Gobierno tenía derecho a disolverla inmediatamente cuando se cometieran desórdenes, se causara temor en la ciudadanía, lanzaran injurias o amenazas contra la autoridad o particulares, o si hubiera individuos armados.
“¡Ahí está precisamente el mal, señores! ¡Cuando nosotros iniciamos la campaña en contra de la extorsión que los capitalistas cometían en contra de los obreros, en contra de los abusos cometidos por la autoridad, se usó ese viejísimo sistema de introducir individuos armados para provocar la disolución de la agrupación!”, gritó Von Versen, según el Diario de Debates.
Lo dijo a pesar de ser gente de don Venustiano, pues militó en el Ejército Constitucionalista a las órdenes de Jesús Carranza, pero no por eso fue al Constituyente a levantar la mano y aprobar todo lo que presentara el primer jefe. Según nos expresa Lucas Martínez Sánchez, titular del Archivo del Estado de Coahuila, aquel Congreso fue muy plural.
Lo mismo hizo el resto de sus compañeros que firmaron la Constitución aquel 5 de febrero de 1917. Cinco titulares, Manuel Aguirre Berlanga, Jorge Von Versen, José M. Rodríguez, Manuel Cepeda Medrano, Ernesto Meade Fierro y un suplente, José Rodríguez González.
EL CONSTITUYENTE
La Constitución de 1917 tiene ADN coahuilense. Comenzó a gestarse siendo Venustiano Carranza gobernador de Coahuila, luego de participar en la Revolución que derrocó a Porfirio Díaz y encumbró en la presidencia a Francisco I. Madero.
Dice Lucas Martínez que Carranza preparaba la iniciativa para una nueva Constitución de Coahuila, cuando recibió la noticia del asesinato de Madero y la usurpación de la presidencia por Victoriano Huerta. El Gobernador acudió al Congreso local y desconoció a Huerta como Presidente, se levantó en armas y firmó el Plan de Guadalupe para restaurar el orden legal e iniciar un plan político. Al Ejército Constitucionalista, nacido en Arteaga, Coahuila, se le unieron otras fuerzas del país: Obregón y Calles en Sinaloa; Francisco Villa en Chihuahua y Emiliano Zapata en el sur. Todos pelearon juntos hasta derrocar a Huerta.
Hubo un intento por quitarle el control político al primer jefe. Se instaló la Convención de Aguascalientes con representantes de todas las facciones revolucionarias y desconocieron a Carranza; nombraron Presidente al coahuilense Eulalio Gutiérrez, quien gobernó un tiempo y declinó. Entonces tomó el mando otro coahuilense, Roque González Garza, protegido por el villismo.
“Hasta después de un golpe de mano, las batallas de Celaya contra el villismo y echar en desbandada a Villa, Roque renuncia y en términos políticos queda el campo libre para que Carranza tome nuevamente el poder. Y lo hizo. Había que reordenar y comienza a pavimentar el camino para convocar, en el verano de 1916, a diputados para el Constituyente”, expresa Lucas Martínez.
Los diputados constituyentes fueron elegidos en las urnas. Sólo los hombres casados o mayores de 21 años votaron para elegir, en el caso de Coahuila, a cinco legisladores federales que participarían en los trabajos de una nueva Constitución. En ese tiempo a las mujeres no se les permitía votar.
Había en el estado 118 mil 627 electores, pero dice el cronista Mario Monjaráz que hubo un abstencionismo de 90% en esa elección. Los ganadores rindieron protesta el 1 de diciembre de 1916 y trabajaron hasta el 31 de enero de 1917.
La sede del Congreso Constituyente fue en Querétaro. El entonces Teatro Iturbide, hoy Teatro de la República, fue testigo del debate entre 216 diputados federales. La nueva Constitución fue promulgada cinco días después de votar el último artículo.
MANOS ‘PAISANAS’
Además de los seis diputados que representaron a Coahuila en la conformación de la Constitución Política de Estados Unidos Mexicanos de 1917, otros personajes nacidos en territorio coahuilense pero que fueron puestos por Venustiano Carranza en puestos clave en otras latitudes, también formaron parte de este suceso:
» Manuel Amaya Ramón, diputado por Nuevo León.
» Joaquín Aguirre Berlanga, diputado por Jalisco.
» Francisco Ramírez Villarreal, diputado por Colima.
» Gabriel R. Cervera, diputado por Michoacán.
» Juan Aguirre Escobar, diputado por Zacatecas.
» Enrique Colunga, diputado por Guanajuato.
» Luis T. Navarro, diputado por Puebla.
MANUEL AGUIRRE BERLANGA
Diputado constituyente por el Distrito I, con sede en Saltillo, pero era originario de San Antonio de las Alazanas, en Arteaga. Siendo aún adolescente, denunció el intento del gobernador Miguel Cárdenas de perpetrarse en el poder, por eso fue perseguido y se fue a terminar sus estudios a San Luis Potosí.
De acuerdo con el cronista Mario Monjaráz, Manuel fue antirreleccionista y participó en la campaña de Madero. Perteneció al primer grupo de arteaguenses que formaron parte del Ejército Constitucionalista luego de la Decena Trágica; acompañó a Carranza en la Hacienda de Guadalupe, fue Gobernador provisional de Jalisco y se dice que también Alcalde de Piedras Negras.
Al triunfo del constitucionalismo, fue elegido diputado constituyente. Participó en las reuniones preparatorias, pero el día en que tomó protesta solicitó licencia, porque Carranza lo nombró secretario de Gobernación. Fue llamado en su lugar el suplente José Rodríguez González.
“En la Secretaría de Gobernación hizo propuestas a don Venustiano Carranza, de dónde estaba débil la República Mexicana, y él contribuyó con información para el tema de los obreros, para lo de las tierras, la educación”, señala el cronista de Arteaga.
Se le permitió firmar la nueva Constitución, por eso en las fotos aparecen seis diputados por Coahuila, aunque sólo eran cinco distritos. Al concluir el Constituyente, siguió al lado de Carranza al ganar la elección presidencial. Estuvo con él en la misma choza de Tlaxcalantongo, donde fue asesinado el Presidente, en mayo de 1920.
Poco se sabe de lo que hizo posteriormente, sólo que escribió varios libros. Murió el 4 de octubre de 1953. Con su nombre sólo había una calle en Coahuila, en el municipio de San Buenaventura. Hace unos días, el Cabildo de Arteaga aprobó ponerle su nombre a la calle que está a un costado del campus de la UAdeC.
JORGE VON VERSEN
De Von Versen ya hemos hablado. El historiador Lucas Martínez Sánchez nos revela que era el diputado que subía a tribuna portando una pistola. Era gran orador, pero también escritor. Fundó en 1915 el periódico La Raza, en San Antonio, Texas, y colaboró en otros diarios de la época.
Ya en el Constituyente, se cuenta que cuando había un tema controversial sus compañeros gritaban “¡que pase Jorge, que pase Jorge!”, y él tomaba la palabra. Fue de los más participativos. De entre los 50 discursos doctrinales en el Congreso Constituyente, Von Versen emitió dos.
“Jorge Von Versen, que tiene un papel destacado en el Constituyente, es un hombre sindicalista, de ideas muy liberales, jacobino, sus discursos fueron fuertes en poner a la Iglesia donde debía estar. Ahí fue tajante”, señala Lucas Martínez.
Luego del Constituyente, volvió a su natal Monclova y siguió en la política a tal grado que, cuenta Lucas Martínez, hay una anécdota que sitúa a Von Versen viajando de noche acompañando a un candidato a diputado, pero en el camino se encontraron con un contingente a caballo.
Cuando los detuvieron, Von Versen pidió hablar con el que estaba al mando. Se trataba de Francisco Villa, quién de inmediato lo reconoció. “Ah, tu eres Von Versen, el tal por cual que habló mal de mí en Querétaro”, dijo Villa, quien se dirigía a presentar su rendición. Lo llevó como prisionero, pero lo dejó libre en Piedras Negras. El hombre falleció el 4 de noviembre de 1944 en Saltillo.
ERNESTO MEADE FIERRO
“Hay un intelectual en ese grupo, un hombre que estuvo también muy cerca de Von Versen, porque juntos le hacían al periodismo y publicaron un periódico que se llamó La Raza. Había afinidad entre ellos porque compartían su profesión de periodistas”, indica Lucas Martínez.
De Ernesto Meade Fierro, el historiador dice que también tuvo un papel destacado en el Constituyente, por ser un hombre culto. Nació en San Pedro de las Colonias y desde muy joven militó en el antirreleccionismo maderista. Fue perseguido y se fue a vivir a Sonora.
Volvió con Venustiano Carranza ya en la Gubernatura y fue designado oficial mayor del Congreso de Coahuila. Se unió al constitucionalismo luego de El Cuartelazo y durante su estancia en Piedras Negras fundó el periódico El Demócrata, en 1913. Participó de la Revolución que derrocó a Huerta, y en 1916 fue elegido diputado federal, participando en el Constituyente de 1917.
Luego fue electo diputado en el Congreso de Coahuila, y siendo presidente de la Legislatura le tomó protesta al gobernador Gustavo Espinoza Mireles. Posteriormente fue designado director de Correos en la Ciudad de México. Allá murió el 22 de abril de 1962.
JOSÉ MARÍA RODRÍGUEZ
Entre los diputados federales por Coahuila había un médico: don José M. Rodríguez, originario de Saltillo, quien fue otro orador que no le dio la razón en todo a Carranza, aunque fueran del mismo estado.
“Señor Presidente, señores diputados: vengo a decir unas cuantas palabras para sostener en parte el dictamen de la Comisión, en lo referente a las facultades del Presidente, a impugnarlo en otra, en lo referente a los asuntos de salubridad general de la República”. Así inició su discurso.
Platica Lucas Martínez que como médico estuvo muy preocupado por cuestiones de salubridad e higiene. Que estuvo muy cerca de Venustiano Carranza y que sus memorias son espléndidas, sobre todo los encuentros y pláticas que tuvo con Francisco Villa, cuando estuvo en Chihuahua.
En el Constituyente de 1917 presentó la iniciativa que fue aprobada por unanimidad para fundar el primer Departamento de Salubridad Pública en México, precursor de la actual Secretaría de Salud. Él mismo fue nombrado primer director.
Dejó el cargo en 1921 y volvió a Coahuila, donde organizó los servicios de Salubridad estatal, del que fue jefe de Servicios Sanitarios. Fue condecorado por la Presidencia de la República en 1945 con la medalla Doctor Eduardo Liceaga. Falleció en Torreón el 17 de enero de 1946.
JOSÉ RODRÍGUEZ GONZÁLEZ
Un maestro coahuilense llegó al Constituyente debido a que Manuel Aguirre Berlanga pidió licencia. El profesor José Rodríguez González fue su suplente, originario del municipio de Ocampo, pero ejerciendo su profesión por todo el estado, y luego fue director de la Escuela Normal.
En lo político, fue Alcalde de su municipio Ocampo y luego síndico en el Ayuntamiento de Saltillo; diputado local en la XXIII Legislatura y diputado federal supliendo a Manuel Aguirre, además tomó parte activa, sobre todo en los debates del Artículo 115.
“Del profesor Rodríguez González, yo me metí a ver los diarios de los debates y hay un discurso espléndido en materia educativa, porque es lo que él conoce, sobre cómo el Constituyente estaba teniendo la visión del proceso educativo para el país”, expresa Lucas Martínez.
Al concluir su tarea en el Constituyente, volvió a Coahuila donde fundó la Sociedad Mutualista Obreros del Progreso; ocupó inumerables cargos durante su larga vida y recibió la medalla Manuel Altamirano de la SEP. Falleció en Saltillo el 13 de marzo de 1974.
MANUEL CEPEDA MEDRANO
Un diputado constituyente que no quiso quedarse callado luego de diversos momentos en que le negaron la palabra fue Manuel Cepeda Medrano, oriundo de Piedras Negras, quien ocupa un lugar en los 50 discursos de los constituyentes y cuya participación inició con un reproche.
“Señores diputados: celebro que en esa ocasión hayan tenido la amabilidad de concederme uno de mis derechos, hacer uso de la palabra. He visto con mucha tristeza que muchas veces me han coartado este derecho, y ahora no quiero que se vuelva a cometer esa ingratitud”, dijo, según consta en el Diario de los Debates.
Su participación fue para ayudar a organizar el desorden de la Comisión para poner en claro los impuestos que debían cobrar los municipios y cuáles corresponderían a los estados, distribuyendo la competencia de unos a la Tesorería Municipal y otros a Recaudación de Rentas.
Cepeda Medrano llegó a esa tribuna luego de una carrera revolucionaria, en la que destacó haber sido prisionero en Chihuahua por orden de Porfirio Díaz. Cuando salió libre, se convirtió en orador de la campaña de Francisco I. Madero a la Presidencia de la República.
Tras la muerte de este, se unió al Constitucionalismo y así resultó electo diputado constituyente por el Distrito V de Coahuila.
Luego de esa labor fue diputado federal, senador, tesorero general de la Nación, administrador de la Aduana Interior y jefe de Mejoras Materiales de Torreón, donde edificó un monumento conmemorativo a las Cuatro Constituciones liberales de México.
Murió en Jojutla, Morelos, el 16 de junio de 1974.
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