Arte
Por Christian García
Publicado el sábado, 22 de abril del 2017 a las 09:05
Saltillo, Coahuila.- La inmediatez que ofrecen los celulares y la captura del momento, gracias a las cámaras que tienen integradas, es lo que motivó al fotógrafo David Isunza a utilizarlos como herramienta principal para capturar las imágenes que integran la exposición Rostros y Paisajes a Través del Celular.
La inauguración de la muestra se realizó la tarde del jueves en el Centro Cultural Vito Alessio Robles (Cecuvar), en donde estuvieron presentes Javier Villarreal Lozano, director del recinto, y José Luis Rodriguez Sena, director de Desarrollo Cultural de la Secretaría de Cultura (Sec).
“Quiero mencionar la importancia de la fotografía como un registro del acontecer diario y de lo que es Coahuila. Al recibir este trabajo y esta exposición, ustedes pueden contemplar la obra de un autor que captura la belleza de Coahuila”, dijo Rodríguez Sena al presentar la serie fotográfica.
La exposición cuenta con un total de 33 imágenes que muestran territorios, zonas naturales, flora y fauna, así como a personajes de la vida cotidiana y escenas comunes del estado de Coahuila, en donde el desierto, el paso del tiempo y el pasar vitalicio del mundo, son los temas principales.
“Intento transmitir diversos sentimientos. Se puede decir que es una expresión por medio del teléfono que tengo en ese momento. Hay fotografías que están en el instante debido a que los paisajes me causan admiración, o te arrancan recuerdos o suspiros”, dijo Isunza en entrevista con Zócalo.
¿Por qué optar por utilizar la cámara de un celular? Se le pregunta al fotógrafo, quien explica que se debe a que el teléfono móvil ha pasado a formar parte de la vida común de las personas y es, a su vez, una herramienta de trabajo tan válida como cualquier otra.
“Creo que el celular es una herramienta de trabajo, pero también es un modus vivendi que tenemos todos. Quise hacer este trabajo con el teléfono porque tenemos más cercana la oportunidad de atrapar el momento con el celular que con una cámara profesional”, planteó.
“El sentido de la exposición es precisamente ese: tomar fotografías cada vez más rápido y por más personas sin necesidad de tener una cámara profesional; hacer arte sin importar la herramienta, sino la capacidad de uno mismo”, comentó.
PERSONAS, LUGARES Y TIEMPOS
Las 33 fotografías que conforman la exposición están divididas a lo largo de las tres salas con las que cuenta el Cecuvar, sin una organización especifíca más allá de los deseos del autor.
La primera sala ofrece 11 fotografías. De estas destacan tres: la primera es Rostro del Gigante, una roca que, gracias a un juego mental, se transforma en un enorme rostro humano; la segunda, la fotografía de mayor tamaño, ofrece al espectador estar frente a unas ruinas que, en medio del desierto, se ocultan tras unos nopales que las protegen con sus espinas; la tercera pieza, Puerta al Cielo, presenta una casa con dos puertas azules, la cual, gracias a la baja resolución del celular, ofrece una textura interesante.
En la segunda sala se exhibe un total de 12 fotografías. Una de las más bellas es la que exhibe un diente de león que refleja al sol, que ya se oculta en el horizonte del atardecer.
Por otro lado, Cho-Cho es una fotografía panorámica que muestra cuatro vagones de un ferrocarril en blanco y negro.
La tercera sala marca el final de la exposición con 10 fotografías en un tono intimista. En esta serie aparecen desde la belleza de las dunas de arena, hasta la fascinación que provocan los cráneos de animales muertos que cuelgan de las bardas de los ranchos. Cada pieza acerca al espectador al desierto crudo, pero nunca estéril, de Coahuila.
Además de la presente exhibición, el Centro Vito Alessio Robles cuenta con la exposición fotográfica El Médium Sutil de la Luz, la cual ofrece un recorrido por el pasado de municipios como Parras y Monclova, a a través de fotografías antiguas de 1878.
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