Saltillo, Coahuila.- El mexicano Carlos Pellicer, fue uno de los representantes más importantes del grupo de poetas llamado Los Contemporáneos.

Considerado uno de los innovadores de la poesía mexicana, gracias a su necesidad de volver a la contemplación de la naturaleza y los elementos que la conforman, hoy se cumplen cuatro décadas de su muerte en medio de distintas conmemoraciones.

PRIMEROS PASOS

El escritor nació en la ciudad de Villahermosa, Tabasco, el 16 de enero de 1897. Hijo del farmacéutico Carlos Pellicer, por quien llevaría su nombre, y de Delfilia Cámara, quien le inculca el amor por las letras.

Pellicer inicia sus estudios en Villahermosa, en donde se ve influenciado por la Revolución Mexicana y comienza su sueño de ser piloto debido a la gran admiración que le provocaban los aviones, aunque los dejaría de lado por el llamado poético que lo seguía desde niño. Tiempo después su familia se muda a Campeche, donde comienza a escribir sus primeros versos.

En los siguientes años desarrolla sus estudios en la Escuela Nacional Preparatoria en la Ciudad de México y en la ciudad de Bogotá, en Colombia, país al que es enviado por el gobierno de Venustiano Carranza. En su regreso a México es parte de la fundación de la revista estudiantil llamada San-ev-ank.

Ese mismo tiempo en el que estudió en la preparatoria, se codeó con intelectuales de primer nivel y es elegido para representar a México en Colombia y Venezuela. Al regresar a México, ofrece un discurso en contra de la dictadura por la que pasaba el país venezolano, lo cual lo rodea de una intensa polémica.

EDUCACIÓN, MUSEOS Y POESÍA

Sorprendido por el discurso, el rector de la Universidad Nacional, José Vasconcelos, se interesa en conocerlo y le ofrece empleo como escribiente. Al mismo tiempo Pellicer funge como profesor en Lengua Castellana en la Escuela Nacional Preparatoria.

Cuando Vasconcelos obtiene el puesto de secretario de Educación Pública, le da un puesto de trabajo a Pellicer dentro de ella, y así el tabasqueño comienza su labor en el nuevo programa que el autor de El Ulises Criollo tenía para eliminar el analfabetismo en México.

En 1921 Pellicer funda el Grupo Solidario de Movimiento Obrero en compañía de artistas e intelectuales como Vicente Lombardo, Diego Rivera y José Clemente Orozco. Tiempo después se convierte en maestro de secundaria, y a la par aprende el oficio de museógrafo.

La página web www.buscabiografias.com pone énfasis en el interés que el museógrafo mostró por la pintura y arquitectura, hecho que dejó ver a partir de obras como el Museo de la Cultura Olmeca en Tabasco, el de Frida Kahlo en la Ciudad de México y el Anahuacalli de Arte Prehispánico.

Los últimos años de Pellicer transcurrieron entre amistades de exalumnos e intelectuales. Inicia un viaje en el desierto de Baja California de donde surge su poemario Dulce Canto del Desierto.

En el año de 1976 se convierte en senador de la República por parte del PRI y un año después muere en su casa a la edad de 80 años, a causa de un paro cardiaco, dejando detrás de sí un enorme legado.

Entre los premios y distinciones que recibió el poeta se pueden contar el Premio Nacional de Literatura y Lingüística, así como pertenecer a la Academia de las Letras Mexicanas.

Actualmente, en su honor existen el Museo Regional de Antropología Carlos Pellicer Cámara, al igual que el Premio Iberoamericano de Bellas Artes Carlos Pellicer.

POESÍA CONTEMPLATIVA

La poesía de Pellicer opta por una contemplación de la naturaleza y una exaltación a los elementos de la cual está hecha, como el viento, el agua, el fuego y los animales salvajes que habitaban la selva cercana del lugar en el que nació.

La figura de Pellicer es importante en la poesía nacional debido a que fue un innovador del arte poético uniendo las vanguardias con la tradición a la que pertenecía.

Mientras el resto de Los Contemporáneos optaba por una poesía metafísica, Pellicer decidió escribir sobre la naturaleza.

Entre sus obras se pueden mencionar poemarios como Colores en el Mar y Otros Poemas, Camino, Discurso para las Flores, Hora de Junio, Práctica de Vuelo, entre muchos más. En donde se puede sentir el tema favorito del poeta, que él mismo resume en la frase de “ver en carne viva la belleza de Dios”.