México.- Enormes, majestuosos y llenos de colorido, los nueve segmentos del Desfile del Bicentenario lucen en todo su esplendor al emprender su recorrido desde Chapultepec hasta el Zócalo capitalino. A su paso, la gente de todas las condiciones los contempla maravillada.

La gran caravana cuenta con nueve segmentos temáticos: ‘Independencia’, ‘Insurgencia-Revolución’, ‘Prehispánico’, ‘Colonia y Barroco’, ‘Héroes y Mitos’, ‘La Gran Nación Mexicana’, ‘Cultura Popular (son, mambo, cha cha chá, bolero, danzón y cumbia) ‘, ‘Suave Patria’ y ‘Celebración de Muertos’.

El desfile partió a paso muy lento, con serenidad y con lujo de paciencia para que las miles de personas alineadas con todo orden sobre el Paseo de la Reforma y Avenida Juárez lo pudieran ver en detalle. Familias enteras, grupos de jóvenes amigos y parejas enamoradas, disfrutan igual.

De nueve años de edad, Xóchitl, una niña poblana de tez morena, gruesas trenzas negras y vestido a la usanza tradicional mexicana, abrió sus enormes ojos negros para ver el desfile. Con fervor patrio elevó la voz y dijo: ‘Mira papá, qué bonitos los personajes del Desfile de Bicentenario’.

El desfile está integrado por muchísimos grupos que desarrollan números coreográficos y musicales, contingentes que portan banderas, banderines y banderolas, trajes y disfraces que recuerdan la mexicanidad que en este momento está a flor de piel en cada participante y en cada espectador.

También desfilan figuras de madera, cartón, carrizo, yute y otros materiales realizados por artesanos y artistas de las más diversas escuelas y corrientes culturales.

Igualmente, títeres que son manipulados por artífices, quienes con habilidad manejan y mueven cada parte de esas enormes mojigangas.

Los segmentos dedicados ‘Independencia’ y la ‘Insurgencia-Revolución’ llaman poderosamente la atención por la bola de sombreros, lo que representa la abstracción a la que miles de mexicanos se sumaron en esas tres etapas históricas, que a lo largo de este año han estado en el imaginario popular.

Dentro del segmento ‘Suave patria’ desfilan personajes de la más acendrada y pura cultura popular, como los camoteros, quienes a fuerza de empujar sus carritos color verde y al son del inconfundible sonido de su silbato de vapor, sobreviven a pesar de influencias y modismos.

Otros actores realizan bailables que recuerdan las diferentes etapas por las que ha pasado México hasta llegar a la nación libre que es hoy. Destaca también un enorme carro sobre el que jóvenes en patineta realizan piruetas, símbolo de la modernidad que presagiaron Vasconcelos y López Velarde.

El mismo carro es una alegoría de una imprenta, que simboliza la libertad de expresión y pensamiento, el centenario de la Universidad Nacional y las garantías individuales que tienen los mexicanos del Siglo XXI, en contraste con las limitaciones que se vivieron en los dos siglos pasados.