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Por Infonor
Publicado el jueves, 18 de septiembre del 2008 a las 03:22
Saltillo, Coah.- Cuando José Erick Alba Villarreal se planteó la idea de hacer una crónica de cómo vivía la gente su patriotiosmo en medio de la escalada de violencia que aqueja a Morelia, Michoacán, no se imaginó que su labor de reportero lo llevaría a ser testigo, por poco y víctima, de la más estremecedora y cruel manifestación de fuerza de la delincuencia organizada: un ataque premeditado contra civiles inocentes congregados en una festividad popular.
Erick Alba es coahuilense, su vocación por la música le llevó hace años a estudiar en el Conservatorio de Las Rosas, en Morelia, y luego regresó a su natal Monclova, a realizarse en otras de sus pasiones, el periodismo. Fue reportero de El Zócalo, en esa ciudad, y posteriormente de La Voz, en Piedras Negras.
En 2006 se le abrió la oportunidad de regresar a Morelia, ahora como reportero de La Jornada Michoacán, y con la idea de preparar una crónica para ese diario, fue que la noche del quince de septiembre acudió a la plaza principal en donde se desarrollaría la ceremonia conmemorativa de “El Grito de Independencia”.
Un festejo que terminó en duelo.
Entrevistado vía telefónica para Frecuencia Coahuila, la revista informativa que Infonor produce para las estaciones de Megaradio en Torreón, Monclova, Nueva Rosita y Piedras Negras, Erick Alba da inicialmente un contexto de cómo se vive el quince de septiembre en Morelia:
“La celebración del 15 de septiembre en el estado de Michoacán, es la antesala realmente de la conmemoración, el día 30, del natalicio de José María Morelos. Es muy festiva, colorida, con muchos castillos pirotécnicos, y como Morelia es una ciudad con vocación turística atrae mucho público de estados vecinos, como anoche (el lunes) cuando estaba gente de Guerrero, Querétaro y la Ciudad de México”.
Y nos relata, el reportero, cómo vivió él esos momentos que han estremecido a México:
“Yo estaba ahí, no me tocaba cubrir la conmemoración, aunque a mí me interesaba estar presente para hacer una crónica el día de hoy sobre cómo vivió la gente, precisamente en el marco de esta violencia que se ha desatado en el estado, que ha generado un pánico colectivo, una indignación muy justificada, a mi me interesaba ver cómo vivía la gente su patriotismo”.
Abunda: “Incluso hice entrevistas del ramo turístico del gobierno municipal, donde ellos mismos me decían que la intención era provocar una convicción de liderazgo surgida de la figura de Morelos”.
La festividad se venía desarrollando en Morelia en forma muy similar a como se da en las ciudades de Coahuila, por la tarde la plaza principal fue escenario de un concurso de bandas de guerra, incluso con presencia de elementos del Ejército, y se presentaron además números musicales que antecedieron la presencia del gobernador Leonel Godoy en el balcón del Palacio de Gobierno.
“Cuando el Gobernador estaba dando las campanadas luego de los gritos de Viva México, fue el momento de la primera explosión, que fue justamente frente a su balcón de Palacio, a un costado de la Catedral de Morelia”.
“Fue precisamente en un sitio donde se dispusieron unas vallas metálicas, eso al conjuntarlo con la pared exterior de la Catedral formó un embudo donde yo mismo circulé por ahí cinco minutos antes de la primera explosión, ahí se formó una aglomeración muy importante de gente donde se dejó caer la primer granada”.
Todavía tañían las campanas cuando se escuchó la primera explosión, Erick Alba relata: “Al principio generó mucha confusión, porque se pensó que había sido un cohetón, la gente ni siquiera se dispersó, fue un momento muy extraño porque la gente siguió ahí parada, yo mismo pensé que un cohetón se había salido de su trayectoria y había caído entre la gente, el gobernador mismo declaró que pensó eso”.
“Después la gente empezó a dispersarse un poco porque había personas heridas, y se dieron cuenta después de que los heridos ya estaban muertos, había mucha sangre, gente llorando”.
“La segunda explosión se suscitó después hacia el lado poniente de Palacio de Gobierno, aproximadamente a tres cuadras, en un lugar muy concurrido, el mercado del dulce, en contraesquina de una iglesia importante de la ciudad, que es la Merced, y ahí resultó muerta otra persona que le explotó la granada en los pies”.
Para el reportero, no fue fácil acercarse en la aglomeración, donde la gente confundida corría, y desde la esquina a donde llegaron las ambulancias tomó nota de lo que iba ocurriendo.
De acuerdo con el reporte más reciente de las autoridades, siete personas fallecieron, hay más de cien lesionados, al menos veinticinco de gravedad.
En la atención a las víctimas participaron trece hospitales, destacando uno de ellos que por un conflicto laboral se encontraba cerrado y los trabajadores abrieron para recibir a los heridos.
Se le preguntó al coahuilense, testigo de lo ocurr
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