Washington, DC.- El nuevo director de comunicaciones de la Casa Blanca, Anthony Scaramucci, dijo estar dispuesto a despedir a cualquier funcionario de la Administración de Donald Trump para detener las filtraciones de información.

“O dejas de filtrar o vas a ser despedido”, aseguró Scaramucci.

“Si no paramos las filtraciones, soy un hombre de negocios, por lo que tomaré medidas dramáticas para frenar esas filtraciones”, dijo Scaramucci a la cadena Fox News, el domingo.

El Gobierno de Trump ha sido golpeado por numerosas filtraciones perjudiciales en medio de la investigaciones por la injerencia rusa en las elecciones de 2016.

El Presidente ha criticado las filtraciones e instado a las autoridades a procesar a los responsables.

El secretario de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, quien se hizo popular en su corto y turbulento periodo en el cargo, renunció tras la designación de Scaramucci.

En sus primeros días en el cargo, el nuevo director de comunicaciones lidió con filtraciones del diario The Washington Post, que informó la semana pasada que Trump y su equipo jurídico analizaron los poderes presidenciales para indultar a asesores, familiares, y hasta al mismo Mandatario.

Scaramucci borró varios de sus tuits antiguos en temas contrarios a la política del Gobierno de Trump, como tomar medidas sobre el cambio climático.

El sábado, Trump escribió en Twitter que las filtraciones contra su Gobierno eran un crimen y que él tenía completo poder para indultar.

REITERA DECEPCIÓN

Por su parte, el presidente Donald Trump dijo estar decepcionado del fiscal general Jeff Sessions, por recusarse de las investigaciones por la injerencia rusa en las elecciones de 2016, y que “el tiempo dirá” si el funcionario permanece en su puesto.

“Quiero que el fiscal general sea mucho más duro con las filtraciones de las agencias de inteligencia, que están filtrando como rara vez se ha filtrado antes en un nivel muy importante. Le dije antes que estoy muy decepcionado. Pero veremos qué pasa. El tiempo dirá”.

El Mandatario ha desatado una serie de críticas públicas contra Jeff Sessions que han escalado hasta convertirse en una aparente campaña para presionar su renuncia.