Reino Unido.- Los 27 gobernantes de la Unión Europea (UE) se reunirán este sábado en Bruselas, en ausencia de Reino Unido, para aprobar una posición común en la negociación de la salida de Londres, que dará prioridad a los derechos de los ciudadanos comunitarios que viven en territorio británico.

Los 27 países que conforman la UE, tras la decisión de Reino Unido de salirse del bloque europeo, enfrentarán una prueba de unión en torno a ese tema y otros dos puntos considerados esenciales tanto por el Consejo como por la Comisión Europea: los compromisos financieros de Londres con la UE y la gestión de la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte.

Bruselas pedirá que todos los ciudadanos europeos que llevan al menos cinco años viviendo en suelo británico tengan derecho a la residencia permanente.

Respecto al tema financiero, los europeos exigen que Londres cumpla con los compromisos asumidos en el marco presupuestario plurianual de la mancomunidad, que prevé gastos hasta 2020, cuando Reino Unido ya no será miembro de la UE.

Además, Bruselas estimó la factura en 60 mil millones de euros, una cifra contestada por las autoridades británicas.

La UE también pretende que Reino Unido pague los costos de poner en práctica su decisión de no pertenecer más al bloque, que incluirán el traslado de la Agencia Europea de Medicamentos y la Autoridad Bancaria Europea, que en la actualidad tienen su sede en Londres.

La tercera prioridad de los líderes europeos es la división de Irlanda, cuyo norte, perteneciente a Reino Unido, dejará de hacer parte de la UE, al contrario de la independiente República de Irlanda, al sur.

El temor es el retorno de una “frontera dura” entre los dos territorios, que pondría en riesgo la delicada paz alcanzada, tras años de un conflicto nacionalista-religioso.

Los 27 quieren dejar claro que, ante una eventual reunificación de la isla, Irlanda del Norte tendría asegurado acceso automático a la UE.

Sólo después de “solucionar el pasado” es que la UE aceptará discutir su relación futura con Reino Unido, reiteró el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en la invitación a la cumbre enviada este viernes a los gobernantes de la mancomunidad.

“Me gustaría que nos uniéramos en torno a este principio clave, de que el progreso acerca de las personas e Irlanda viene en primero. Debemos estar listos para defender esa lógica durante las negociaciones que se avecinan”, instó.

Tusk afirmó no se trata de una táctica de negociación, sino más bien de una necesidad, dado el escaso tiempo de que las dos partes disponen para llegar a un acuerdo sobre los términos de su separación.

La negociación, que tiene un plazo de dos años para concluirse, fue lanzada el 29 de marzo pasado, pero sólo arrancará de hecho después de las elecciones anticipadas en Reino Unido, el 8 de junio próximo.