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Por Agencia Reforma
Publicado el lunes, 19 de junio del 2017 a las 10:05
Kazán, Rusia.- Cristiano Ronaldo se robó los reflectores; Héctor Moreno, los puntos.
La Selección Mexicana ya tiene a su César, el hombre que durante la semana fue anunciado como el nuevo fichaje de La Roma y quien ayer anotó en tiempo de compensación el 2-2 en el debut contra Portugal en la Copa Confederaciones Rusia 2017.
La historia de ayer en la Arena Kazán pintaba otra vez para la tragedia habitual en duelos del Tricolor, ya que el gol de Cedric al 85’, con desvío incluido de Héctor Herrera, fue un mazazo luego de un partido en el que México terminó con 59% de la posesión del balón. El propio Jonathan dos Santos pensó que no se recuperarían.
La personalidad del Tricolor estuvo a prueba exactamente un año después del 7-0 y ante un crack como Cristiano Ronaldo, que tuvo un respiro a sus problemas con el fisco.
Ya Javier Hernández le había robado un disparo a Oribe Peralta, mientras que Gelson Martins había fallado el tercero para los portugueses y hasta Ochoa se dio el lujo de volverse a lucir, así como en Brasil 2018.
México, entonces, recurrió a la fórmula predilecta de esta generación comandada por Juan Carlos Osorio, el balón parado, aprovechando la estatura del grueso de la plantilla, beneficiándose de tener en la cancha a un jugador como Moreno, que metió 7 goles con el PSV en la Eredivisie y que ayer superó por aire a Jose Fonte, un central de 1.91 metros de estatura, antes de rematar el esférico; un salto al estilo “CR7”.
Ese gol le dio al “Tri” la justa recompensa frente al campeón europeo, ante una plantilla millonaria cuyo jugador más emblemático, Ronaldo, vale casi lo mismo que el 11 titular mexicano. Ya Cristiano había sido decisivo cuando aprovechó un “oso” de Carlos Salcedo y asistió a Ricardo Quaresma, quien definió con frialdad haciéndole la faena a Guillermo Ochoa.
VUELVE FRANCOIS MEMÉ
El portero mexicano tuvo un buen desempeño. A tres años de su legendaria atajada en el Mundial, ahora desvió un trallazo de “CR7”, lo suficiente para que el balón pegara en el travesaño, además salvó al mismo Salcedo de un autogol y más tarde atajó un remate de André Silva, flamante refuerzo del AC Milan.
El Tricolor vino de abajo dos veces, la primera de ellas al 42’ cuando Carlos Vela aprovechó una grosera pifia de Raphael Guerreiro y mandó un centro al hueco, justo al espacio para que Javier Hernández anotara de palomita y, en su festejo, honrara al “Chícharo” mayor al gritar hacia las cámaras un “te amo, papá”, en pleno Día del Padre.
Unos minutos después “El Chicharito” voló el balón tras otra genialidad de Vela y un gran pase de Raúl Jiménez.
Entonces llegó la prueba de carácter para México, esa acción al 91’ en la que Moreno rescató un muy valioso punto de cara al duelo del miércoles contra Nueva Zelanda. El fichaje de La Roma alza la mano; al César lo que es del César.
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