Ciudad de México.- El coordinador de la diputación perredista, Francisco Martínez Neri, expreso su rechazo a cualquier acción ilegal contra los derechos, la vida y la integridad de las personas cometidos por integrantes de las Fuerzas Armadas del país, como presuntamente sucedió en El Palmarito, Puebla, donde un militar mató a un civil de un balazo en la cabeza.

A fin de esclarecer estos hechos, así como restablecer el honor y el respeto que las y los mexicanos sienten hacia las Fuerzas Armadas del país, considero necesario que el Secretario de la Defensa Nacional, General Salvador Cienfuegos Zepeda, comparezca ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión a proporcionar las explicaciones suficientes y necesarias.

Tras expresar su compromiso con la paz, la justicia y los Derechos Humanos, el también presidente de la Junta de Coordinación Política, pidió a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión hacer suya estas propuestas a través de una proposición de Punto de Acuerdo.

En su argumentación para solicitar el respaldo de este órgano legislativo destacó las contradicciones entre lo que se ve en dos videograbaciones difundida el 10 de mayo sobre los hechos aparentemente acaecidos el día 3 del mismo mes y las explicaciones que luego se dieron por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

En las videograbaciones –refieren los perredistas- se aprecian diversos enfrentamientos entre integrantes del Ejército Mexicano y presuntos delincuentes. Específicamente en uno de ellos se ve a un soldado disparar a quemarropa en la cabeza de un presunto delincuente.

Información posterior de la Sedena afirma que los hechos mostrados en tales videos corresponden al 3 de mayo y que los militares respondían a una agresión inicial en la cual murieron varios de ellos.

La agresión habría iniciado cuando, alrededor de las 20:15 horas, militares en patrullaje fueron alertados sobre una toma clandestina de combustible y al acudir al lugar fueron agredidos a distancia por varios sujetos ocultos entre mujeres y niños.

Según la información de la Sedena, por este hecho no se repelió la agresión, pero al dar seguimiento a este primer ataque fueron objeto de un segundo alrededor de las 22:00 horas por parte de tripulantes de cinco camionetas, tres de ellas blindadas. Los soldados ahora sí repelen este ataque porque no hay niños ni mujeres de por medio.

El resultado de este enfrentamiento fueron cuatro militares muertos y nueve heridos, así como tres agresores muertos, un herido y 12 detenidos, entre ellos dos menores de edad. Además, fueron asegurados tres fusiles automáticos, un arma corta, cargadores, cartuchos y cuatro camionetas, dos de ellas blindadas.