Internacional
Por Agencias
Publicado el viernes, 24 de febrero del 2017 a las 09:04
Ciudad de México.- La visita de los secretarios Rex Tillerson y John Kelly al país no logró destrabar los diferendos entre los gobiernos de México y Estados Unidos.
“Las diferencias entre México y Estados Unidos subsisten y habremos de trabajar para llegar a acuerdos que sean en el interés de México y los mexicanos, como habrá de hacerlo el Gobierno de EU en el interés de su país”, dijo Luis Videgaray.
El secretario de Estado, Rex Tillerson, admitió que existen diferencias. “De manera respetuosa y paciente, levantamos nuestras respectivas preocupaciones”, expresó.
Miguel Ángel Osorio se pronunció en contra del aumento de las deportaciones de mexicanos, así como de ciudadanos de otros países a territorio nacional.
Saludo incómodo bajo toda reserva
Posicionamiento firme y en favor de los intereses nacionales, será la forma en que México negociará todo ámbito con la Administración de Donald Trump, que, a su vez, lo hará de manera enérgica, anteponiendo los intereses estadunidenses, así concluyó la jornada de diálogo con emisarios del vecino del norte, en la Ciudad de México.
El presidente Enrique Peña Nieto, recibió la tarde del jueves al secretario de Estado de los Estados Unidos, Rex Tillerson, y al secretario de Seguridad Interna, John Kelly, a quienes destacó la voluntad del Gobierno de la República de fortalecer el diálogo con su contraparte del país vecino siempre con respeto a la soberanía de ambos países.
Peña Nieto reiteró que, para el Gobierno de México, la protección de los mexicanos en los Estados Unidos y el respeto a sus derechos es una de las mayores prioridades de su Administración.
Por su parte, el canciller Luis Videgaray Caso, informó al Presidente de la República de los temas tratados en las reuniones de trabajo que sostuvieron previamente las delegaciones y cómo estas son un primer paso en lo que será un proceso de varios meses.
Piden orden
Ante el secretario de Seguridad Interna de Estados Unidos, John Kelly, el titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, pidió un esquema de repatriación de manera ordenada y consensuada.
“Hemos puntualizado que toda acción que nuestros países en materia de seguridad regional hayan decidido, tiene efectos que trascienden fronteras, por lo que tienen que ser dialogadas y en medida de lo posible consensuadas”, dijo Osorio.
Expuso que planteó a Kelly el desacuerdo del Gobierno federal ante el aumento de las deportaciones y la posibilidad de que ciudadanos de otros países sean llevados a México en espera de resolver su situación jurídica.
“Planteamos nuestro desacuerdo ante algunas de las medidas que recientemente anunció el Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos, y que tiene implicaciones directas para nuestro País y nuestros connacionales.
“Particularmente hemos compartido nuestra preocupación ante un eventual aumento de las deportaciones y ante la posibilidad de que los ciudadanos de otros países pudieran ser retornados a nuestro territorio”.
Militarización, no
Mientras tanto, Kelly señaló que el Departamento de Seguridad Nacional no realizará deportaciones masivas ni utilizará efectivos militares en este tipo de procesos, como presuntamente lo había dado a entender Trump ayer mismo, término que más tarde la Casa Blanca reviró e informó que se trataba de una forma de decir en cuanto al sistema, no la operatividad.
El funcionario comentó que se privilegiarán las deportaciones de personas con antecedentes criminales y garantizó que cada caso será analizado de manera individual y en el marco legal.
Subrayó que el sistema de justicia es amplio e incluye varias instancias de apelación.
Todo esto, indicó, se realizará en estrecha cooperación con las autoridades mexicanas.
“No habrá uso de fuerzas militares en operaciones de inmigración, ninguna”, aclaró.
El secretario de Estado, Rex Tillerson, afirmó que el respeto al estado de derecho es importante en ambos lados de la frontera, pero ninguno hizo referencia a la construcción del muro fronterizo.
Podría ‘explotar’
Las fronteras norte y sur enfrentan una presión por la llegada de cientos de migrantes que están decidiendo quedarse en México, por el arribo de decenas de deportados, por los altos números de desocupación e informalidad y por una violencia al alza.
Por ejemplo, robos y asaltos podrían aumentar en las fronteras, así como la desaceleración económica, en especial al norte. (Con información de Reforma/AFP)
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