Jesús R. Cedillo | Saltillo, Coah.- Tengo una libreta encuadernada a la usanza antigua, en piel de vacuno y en la cual anoto frases, textos, los cuales me hacen la vida agradable y, claro, me hacen reflexionar. Uno de ellos es de Louis Ferdinand Céline; frase de tan afortunada, hoy se ajusta perfectamente a Saltillo y se cumple: “Felices aquellos que fueron gobernados por el caballo de Calígula”. Sin duda, el equino nombrado cónsul tal vez demostró en aquellos años más y mejor instinto para gobernar que muchos de nuestros políticos y empresarios gobernantes actuales.

El mito del administrador de manos limpias y cartera abotagada de dinero (un creso, pues), el cual llega a puestos altos de la política (Alcaldía, Gubernatura, Congreso) con el afán de rejuvenecerla y hacer que la obesa burocracia funcione como una empresa productiva, al menos y en Saltillo, se ha roto. El mito extendido de que en la Alcaldía un empresario (ojo con el lenguaje utilizado, a estos se les dice “servidores públicos”, no burócratas ni funcionarios) y no un político (a estos se les dice despectivamente “burócratas” y no “servidores públicos”), acabaría con las prácticas de otorgamientos discrecionales de contratos y dineros públicos, contratación de familiares y lugares de privilegio en la nómina, se ha pulverizado en la figura del alcalde Isidro López Villarreal.

Escribo este texto porque estoy hasta la madre de su manera de gobernar. Su manera chabacana, facilona y frívola de ejercer el poder, llevó a Saltillo –mi ciudad, a la cual amo y detesto a partes iguales– a un estado de postración que no merece. La publicidad, el eslogan del que ya se considera el peor Alcalde en la historia de Saltillo (peor que Eleazar Galindo, que ya es mucho decir) en los dos primeros tercios de su Administración fue “Saltillo, la mejor ciudad para vivir”. De la chabacanería a la estulticia hay sólo un paso. ILV lo ha dado siempre. Es su estilo personal de gobernar, pues. En un país bananero donde lo más serio es la lucha libre, que el Alcalde López baile seguido en eventos (13 febrero de 2014, por ejemplo), que haya suspendido todo un día de labores (marzo de 2015) para festejar su cumpleaños 59 con la banda “La Machaca”, y que haya danzado como matachín en los festejos del 440 aniversario de la ciudad, no es ridículo, sino trágico. La tragedia se convirtió en comedia ranchera/tlaxcalteca. Un Alcalde matachín.

Hoy, la imaginación y el talento, como los burócratas de la Presidencia, están de vacaciones. La nueva publicidad del Ayuntamiento es ubicua e infantil. El eslogan pretende llegar a la gente, pero enseña sólo el poco seso del Edil. “¿Qué es chido?”, pregunta a grandes letras en sus panorámicos, para luego contestarse él mismo: “Vivir en una ciudad segura”. Tan errado su primer eslogan de batalla como el segundo en el último tramo de su errática Administración. En una democracia como la cual y en teoría tenemos en Saltillo, la autoridad reside de manera formal en eso llamado pueblo, pero los ritos de iniciación y su poder de báculo como tal, se encuentra depositada en pequeños círculos de oligarcas. En la entidad ni siquiera es un círculo. Es sólo una familia, un clan familiar. Aquí se le ha llamado “alternancia política en el poder” el ceder la Alcaldía por parte del PRI a Rosendo Villarreal Dávila, tío de Manuel López Villarreal (quien en su periodo en la Alcaldía restauró una parte del Teatro García Carrillo. Bien, lástima que ha semejante edificio histórico le mandó poner… vitropiso. Es la “cultura” de los plutócratas, qué le vamos a hacer) y tío del actual Alcalde, Isidro.

Decía que afortunados aquellos que fueron gobernados por el caballo del emperador Calígula, al cual nombró Cónsul con pompa, boato y te deum. Isidro López no nombró emperador a su caballo, tal vez porque no tiene, pero sí nombró y aceitó a sus caddy (los asistentes en los torneos de golf) como políticos. La improvisación y chabacanería en todo su apogeo. Fue el caso de Ángel Berkowitz, fallido candidato a diputado federal en 2015, y como suplemente llevaba a otro caddy, Rafael “El Chino” López Montalvo; el trío, involucrados en desvíos de dinero público para la campaña y documentado en audios de Zócalo del día 7 de junio de 2015. Doblado de risa, el empresario Miguel Ángel Wheelock me ha contado que en los diversos torneos de golf en la entidad, ya hay una cofradía de caddys, los cuales ofrecen sus servicios como “operadores electorales”. Hoy, hasta un jardinero de ILV es un “gran político” y candidato del PAN. En fin.

El mito del empresario de manos limpias y cartera abotagada de dinero, el cual llega a altos puestos de política con afán de agilizar sus prácticas, animarla en su rendimiento y sepultar esquemas corruptos de participación del político tradicional, con el alcalde López, se fue por el caño del desagüe. Tan malo el colorado como el azul. Sigue despachando como contralor Emilio del Bosque González (quien sigue sin documentar los señalamientos de la ASE al ejercicio político de 2015, un desvío por el orden de los 210.9 millones de pesos), primo de Rosendo Villarreal, tío de ILV. Y en su momento, se señaló en este rotativo el esquema familiar incrustado en la obesa nómina municipal (el Alcalde panista incrementó la burocracia en más de un 25% con respecto a la base de trabajadores que recibió. En la actualidad tiene más de 3 mil 754 empleados), con familiares directos, indirectos y amigos, lo cual es penado bajo la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos Estatales y Municipales del Estado de Coahuila (fracción XVII del Artículo 52). En su momento se señaló a los siguientes empleados: Olivia Josefina Strozzi, Humberto de la Garza Cárdenas, Leonardo Alberto Guerrero, Jorge de la Peña, Deyanira Samperio… ¿Nepotismo? No. Ramplón como siempre, en su momento López declaró: “Todos somos familiares en Saltillo. (27 de marzo de 2014)”.

Saltillo como el estado están cubiertos por una extrema violencia que a todos toca, pero de especial manera a las mujeres. Son los aterradores feminicidios. El 25 de junio en La Carbonera, rumbo Arteaga, es encontrado el cuerpo de una mujer con rastros de tortura y degollada. El 12 de julio es encontrada una mujer degollada. El 14 de julio aparece el cuerpo de una menor de edad, Yuliana Rubí, la cual fue violada y estrangulada. Fue tirada a pasos de su casa en un baldío. Dolor sin fin para su familia. El 18 de julio hallan a un hombre degollado en brecha. El 19 de julio otra mujer es ubicada con rasgos de estrangulamiento. El 20 de julio aparece un hombre calcinado y otro desmembrado… Para el sábado 22, un irresponsable Alcalde declaraba a la prensa: los crímenes no tienen qué ver con la delincuencia organizada, son “hechos aislados.” Ese mismo día, las dos más altas autoridades del estado en materia de seguridad, Víctor Zamora, secretario de Gobierno y Homero Ramos, procurador de Justicia, declaraban, “ejecuciones son ajustes de cuentas” entre cárteles en pugna en la entidad. Para el martes 25, caían la banda de narcotraficantes y asesinos. Su líder y cinco cómplices. Zamora y Ramos Gloria tenían razón.

¿Dónde quedó la autoridad e información del Alcalde? Desgraciadamente, la vida no retoña, las mujeres muertas, torturadas, estranguladas y la inocente niña de 12 años violada y asesinada con saña, retan acusadoras a una autoridad (estatal y municipal) rebasada una vez más por la ola de violencia y sevicia. Somos el 3er. lugar nacional en feminicidios (INEGI).

¿Qué es chido? Que por fin, el Alcalde de Saltillo, el chabacano de Chilote López Villarreal se va. ¿Dirigirá los destinos del Grupo Industrial Saltillo, GISSA? Ande, sorpréndame y haga que me trague mis palabras, despida a su CEO, José Manuel Arana (quien mantiene a la empresa familiar de los López, con avances de más de 55% en la Utilidad de Operación, y Utilidades Netas del 79% con respecto a hace tres años, cuando tomó la compañía casi rota en sus manos. Para este 2017 se esperan ventas por 19 mil 362 millones de pesos, un 33% más que el año pasado. En 2016 vendieron 14 mil 522 millones de pesos. Sin duda, problemas de liquidez no tienen), y tome las riendas de su poderosa empresa; ande, diríjala como dirigió al Ayuntamiento de Saltillo…

Coda

Tontos en su familia no son. Nunca, nunca le van a soltar las riendas del corporativo (Isidro López dejará deudas a proveedores del Ayuntamiento por el orden de los 250 millones de pesos. Datos de la regidora Mayela Hernández)…