ABC.ES | España.- Al calor de las tendencias alternativas de los años ochenta nació el cuarteto de electro pop español que pondría de moda las hombreras y los abanicos XL. Gracias a su peculiar estilismo, sus letras pegadizas y bailes rítmicos, Locomía consiguió conquistar la fama en poco tiempo y consagrar una marca que ha perdurado hasta nuestros días, si bien con otros componentes.

Curiosamente, Locomía empezó en 1984 como un grupo de diseñadores de moda que derivó con el tiempo en banda musical. Los primeros integrantes fueron Javier Font y su hermano Luis Font, Gard Passchier y Manuel Arjona, aunque con el paso de los años éstos fueron abandonando la banda siendo relevados por caras nuevas. Pero, ¿cómo se fraguó aquella fórmula musical de éxito?

Locomía empezó animando las noches en la discoteca KU de Ibiza, un famoso establecimiento que en aquellos días vivía su época de esplendor y en el que la banda logró fusionar sus dos grandes pasiones: la música y la moda. “Mucha gente no lo sabe, pero Locomía no nació con ambiciones musicales, en realidad era un grupo que quería expresar cosas a través de la moda”, aseguró en una entrevista Lurdes Iribar.

Aquella joven de pelo rubio corto, vestida también con ropa extravagante, solía aparecer en un segundo plano en las actuaciones y videoclips del grupo, a pesar de que fue fichada en un principio como diseñadora. Aparte de la hipnotizante forma de mover sus abanicos, el rasgo más característico de la banda eran sus hombreras, que llegaban a medir cerca de 70 centímetros, lo que obligaba a sus componentes a pasar por las puertas de lado, según explicaron ellos mismos.

El grupo continúa actuando con otros integrantes

Locomía entró por la puerta grande de la música en 1989, después de trasladarse a Madrid y grabar su primer LP, Taiyo (sol en japonés). El primer sencillo, que llevaba el mismo nombre que el grupo –Locomía-, vendió en el primer trimestre 60.000 copias. Otros temas de aquel trabajo discográfico, como Rumba Samba Mambo, Gorbachov, Taiyo y Noche de embrujo, también pegaron fuerte, lo que contribuyó a que el álbum fuera Disco de Oro.

En aquel entonces ya habían abandonado la banda Gard Passchier y Luis Font, que habían sido sustituidos por Carlos Armas y Juan Antonio Fuentes. Asimismo más tarde Javier Font decide dejar los escenarios para centrarse en el manejo del grupo, siendo relevado por Francesc Picas. De este modo, el cuarteto resultante y el de mayor reconocimiento sería el conformado por Manuel Arjona, Carlos Armas, Juan Antonio Fuentes y Francesc Picas.

La fama de Locomía fue tal que consiguió traspasar fronteras. No tan sólo llegó a hacerse conocida en Japón, sino también logró alcanzar el top ten británico gracias al remix Loco Mía. Pero, además, el furor por las mega hombreras y los movimientos hipnotizadores de abanicos XL conquistó el mercado Latinoamericana, donde la formación vendió 2,5 millones de copias.

En 1991 el grupo saca su segundo álbum, titulado Loco Vox, cambiando radicalmente su puesta en escena y con éxito similar al de su anterior LP. Si bien no abandona las hombreras, se presenta ante el gran público con un estilismo más sobrio con claro predominio del negro y del blanco. A finales de aquel año Juan Antonio Fuentes deja el grupo y es relevado por Santos Blanco López.

Un año más tarde, en plena cima de su carrera, la banda decide disolverse cuando el mánager, José Luis Gil, reclama el copyright de Locomía y lleva la disputa a los tribunales. Una demanda que finalmente sería resuelta a favor de Javier Font, que retomó el proyecto musical rescatando a Manuel Arjona y otros tres nuevos componentes -Jaen Alonso, Manu Espinosa y Omar Marrugat-.

La banda se estableció en México, donde grabó el álbum Corazón, y en 2001 optó a representar a España en Eurovisión, pero quedó en el puesto 17 de un total de 20 candidatos. En la actualidad Locomía, que lleva publicados siete albumes, sigue en activo con nuevo estilismo e integrantes – Eden Cañadas, Ricky Arenas, Alfon Pedrazuela y Félix Montas-.

El grupo, cuya patente continúa perteneciendo a Javier Font, está gestionado por la agencia Tarré Management y ofrece conciertos en grandes escenarios, donde interpreta tanto los temas que lo encumbraron al estrellato como nuevas producciones. Además, este año ha confirmado su presencia en varios actos del Orgullo LGBT en España y ha sido reclamo de marcas publicitarias, como Gallina Blanca y la compañía de telecomunicaciones estadounidense Sprint Corporation.

¿Y qué ha pasado con sus componentes originales? Manuel Arjona actuó durante años caracterizado como un integrante de Locomía en la sala Bikini de Barcelona y en 2011 volvió como miembro de la agrupación cuando ésta recuperó su actividad, aunque hace dos años decidió abandonarla por motivos personales.

Javier Font, fundador del grupo, pasó por la cárcel tras ser condenado en 2012 por un delito contra la salud pública –concretamente, por vender pastillas de éxtasis a través de internet-. Un episodio por el que fue entrevistado en el programa Dónde estás corazón de Antena 3, donde se defendió de las acusaciones vertidas sobre él a raíz de la operación policial “Abanico” de la Guardia Civil.

Poco después de la primera disolución del grupo, Carlos Armas, primo del conocido diseñador Juan Carlos Armas, se unió a Javier Pastrana para formar la efímera banda Vatikano. En la actualidad es encargado de una tienda de moda en Tenerife, por lo que vive alejado de los escenarios y del mundo de la música.

Como Juan Antonio Fuentes, que se dedica a la hostelería y actualmente, junto a su pareja, ha abierto un restaurante en Cuba. Por lo que respecta a Francesc Picas, después de intentar continuar su carrera en solitario lanzando el disco Bendición, decidió licenciarse en Psicología y abrió una empresa de complementos de moda –Picas&Navés-. Actualmente, ejerce de psicólogo y ha escrito ocho libros de varias temáticas, entre ellas novelas cómicas satíricas y ocultismo.