Ciudad de México.- Al menos 226 mil niños permanecen en las calles o albergues tras los sismos de septiembre, lo que los expone a ser víctimas de abuso, explotación, violencia o negligencia, alertó la organización Save the Children.

Al cumplirse un mes del sismo de 7.1 grados que azotó a México, la organización estimó que el número de niños fuera de sus hogares podría ser mayor toda vez que no se cuenta con un censo final de viviendas afectadas, pero se sabe que 86 mil 657 hogares han sufrido daños totales o parciales por los efectos de los sismos, obligando a las familias a trasladarse a albergues, campamentos organizados por la propia comunidad o casas de familiares.

En este contexto Save the Children advirtió que ha detectado situaciones en algunos albergues que levantan alertas sobre la protección de la niñez, como la ausencia de registro de quienes entran y salen, niños no acompañados por largos periodos, falta de protocolos de interacción entre autoridades y niños y hasta casos de trabajo infantil, entre otros.

María Josefina Menéndez Carbajal, directora ejecutiva de Save the Children en México explicó que, durante las emergencias, los niños se vuelven vulnerables a ser víctimas de abuso, explotación, violencia o negligencia, ante lo que es imprescindible poner en marcha todos los mecanismos que permitan a los niños estar protegidos y no sufrir más daños de los que los terremotos ya han provocado en sus vidas.

Se debe garantizar, dijo, que en todos los albergues se sigan los protocolos de protección de la niñez.

Save the Children informó que ahora mismo está trabajando con 2 mil 270 niñas, niños y adolescentes en 35 albergues o campamentos en las zonas afectadas de Puebla, Ciudad de México, Oaxaca y Morelos, estableciendo espacios amigables en donde las y los niños reciben apoyo psicosocial, y materiales para cubrir sus necesidades básicas.

Adelantó que hará campañas de promoción del regreso a clases, colocará aulas temporales y repartirá material escolar. Como parte de sus acciones después del sismo también promoverá hábitos de higiene para prevenir enfermedades en las escuelas y albergues e impulsará la reconstrucción de vivienda.

En total, estimó que atenderá a 100 mil personas afectadas por los sismos 32 mil niños y 68 mil adultos.