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Pasan las vacaciones entre palas y mezcla

Por Ana Luisa Casas

Publicado el miércoles, 26 de julio del 2017 a las 09:04


A falta de quien los cuide, optan por llevar a sus hijos a ‘la macabra’ para vigilarlos.

Saltillo, Coahuila.- Mientras que para los niños salir de la escuela es motivo de alegría, para los padres de familia que no reciben vacaciones se vuelve una preocupación al no tener quien los cuide durante su jornada laboral, o carecen de los recursos económicos para inscribirlos a un curso de verano, por lo que deciden llevar a sus pequeños a sus centros de trabajo.

Tal es el caso de Israel de la Cruz, quien lleva a su hijo Adrián, de 7 años, a la obra, donde trabaja como albañil toda la semana.

Mientras que Israel labora en la rehabilitación de la plaza Primero de Mayo preparando el cemento y construyendo las losas, su pequeño juega en los jardines de la misma plaza, pero también criba la tierra con una pequeña pala.

“Uno los deja en la casa y se salen a la calle, donde ven malos ejemplos de los muchachos que se la pasan vagando, por eso prefiero que venga conmigo y tenerlo a la vista.

“Aquí no veo peligro porque está acordonado y no se baja a las calles ni se aleja”, explica Israel.

De esta manera, comenta, se dan cuenta de cómo se gana uno el sueldo y entienden que por eso es mejor el estudio, se hacen responsables y más conscientes de lo importante que es
la escuela.

Ambos pasan ocho horas bajo el sol en la plaza ubicada en el cruce de las calles Arteaga y Castelar, donde comparten los alimentos a la hora de comer con otros trabajadores y sus hijos en la jardinera.

Buen ‘pasatiempo’’

Por su parte, el pequeño Adrián también prefiere acompañar a su padre al trabajo.

“A mí me gusta venir con mi pala, así yo le ayudo a construir esta plaza más rápido”, comenta con una sonrisa mientras encaja la pala con fuerza en la montaña de tierra una y otra vez.

Este pequeño quiere ser veterinario de grande; por ahora cuida de “Paloma”, “Pepa”, “Chona” y “Chiquilín”, sus tres perros y chiva que tiene como mascotas.

Afirma que entrando a la escuela para cursar segundo grado de primaria le echará muchas ganas para ser veterinario de verdad y hacer que su papá ya no trabaje en las plazas.

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