Ramos Arizpe.- “Hoy 7 de noviembre Día del Ferrocarrilero, es una fecha tradicional únicamente, porque la realidad es que no hay nada que celebrar desde 1999 que cerró operaciones Ferrocarriles Nacionales de México tras ser privatizado”, dijo Erasmo López Villareal, quien agregó que la modernidad y tecnología rebasaron este servicio de transporte.

Sentado en su escritorio y observando un trenecito que construyó hace años, el también jefe de familia se desempeñó durante 29 años como telegrafista, primero en Guadalupe, Nuevo León, Saltillo y luego en la antigua estación del ferrocarril de Ramos Arizpe.

Y es que para López Villarreal, estaciones del tren, pueblos fantasmas y el control de 24 mil kilómetros de vías en manos de cinco grupos privados, es la herencia que dejó la privatización del sistema ferroviario desde hace 18 años, por lo que maquinistas, despachadores de trenes, auditores, carpinteros, garroteros y electricistas en todo el país, recuerdan el día como algo tradicional.

Si bien era necesaria la privatización porque Ferrocarriles Nacionales de México era incosteable para el Gobierno federal, revela el ramosarizpense, también es cierto que muchas familias que vivían del comercio cuando el tren pasaba por sus comunidades, ahora viven situaciones difíciles.

Erasmo López no quiso ahondar si la autoridad federal favoreció a las compañías privadas que hoy se hacen cargo de las vías del ferrocarril en todo el territorio mexicano, pero sí dijo que la tecnología favoreció al tren, aunque todavía necesita la operatividad del humano.

“Lo que es una cruda realidad, es que los trabajadores del riel, no tenemos nada que celebrar hoy que es el Día del Ferrocarrilero”, dijo el hombre, quien agregó que a pesar de ser ahora un jubilado, todavía le siguen descontando una cuota para el sindicato en el cheque de su pensión.