Ciudad de México.- Entre lo existencial y lo absurdo se desarrolla la nueva producción del aclamado director nipón Masaaki Yuasa, quien adapta la novela del 2006 de Tomohiko Mori, ganadora del premio literario Shūgorō Yamamoto en 2007, y retoma mucho del universo que propuso en su ópera prima Mind Game (2004), cuyo título lo dice todo.

Aquella historia combinaba por igual diferentes técnicas de animación en una impredecible y demencial historia que buscaba siempre jugar con las expectativas de la audiencia. Algo similar ocurre con “The Night is Short, Walk on Girl”, cinta que es traída la cartelera mexicana gracias al festival Konnichiwa 2018.

En “The Night is Short” seguimos los pasos de un estudiante que sale en busca de la que llaman “chica del cabello negro” y de la que está perdidamente enamorado. En su afán de encontrar el momento adecuado para confesarle sus sentimientos, vivirá una aventura delirante y sugestiva en los parajes nocturnos del Tokio más inesperado.

Ella sólo desea divertirse y pasársela muy bien en una loca y larga noche de juerga. Su aventura incluirá a una serie de extravagantes personajes y situaciones tan simples como el encuentro con un borracho llorón en un bar, el festejo de cumpleaños de un anciano o una venta de libros adquirirán tintes tan surrealistas que conviven con figuras míticas que se visten de humor ácido y escatológico.

El encanto del filme reside en su naturaleza desenfadada y juguetona, pasamos de un duelo de beber alcohol a una reunión de miembros de un club de debates sofistas con un muy particular estilo de caminar. Vemos a un hombre obsesionado con coleccionar arte erótico ukiyo-e, luego vemos a otro que ha decidido no cambiarse de ropa interior hasta volver a encontrarse con una dama de la que se enamoró a primera vista. Escenas musicales, disfraces, sueños que no son sueños y sueños que son más que reales.

En el centro de este cocktail hay una historia de amor, una que si bien no vuelve a inventar la rueda sin duda sabe hacer de sus personajes mucho más que meros clichés del cine de comedia romántica. La cinta también toca elementos de la cultura japonesa contemporánea, un ecosistema en el que las relaciones interpersonales se han vuelto innecesariamente complicadas.

Tratar de describir más aspectos de la trama es una labor inútil, esta es una película que genuinamente debe vivirse y experimentarse.

La película se proyectó en el pasado festival de cine de Sitges, galardonada como Mejor Película en el Ottawa International Animation Festival 2017, y la Animación del Año según los Premios de la Academia Cinematográfica de Japón; además es parte de la programación del Konnichiwa Fest, que auspiciado por Cinepolis, sin duda se ha convertido en el evento de anime y cine japonés de nuestro país. Se puede ver los sábados y domingos en distintas ciudades del país y mientras dure el festival.