Edomex.- Cansado de que constantemente lo regañara porque presuntamente era un consumado adicto al alcohol y las drogas, enloquecido sujeto golpeó salvajemente a su propia madre y la estranguló con las manos.

Posteriormente, para borrar evidencias y evadir la acción de la justicia, sepultó el cadáver dentro de una jardinera en la parta trasera de su domicilio.

Consumado el incalificable asesinato, el presunto matricida continuó con su vida con toda normalidad, hasta que una de sus hermanas que había viajado a Monterrey regresó a su casa el pasado sábado. Al darse cuenta de que su progenitora no estaba y que por ningún lado aparecía, denunció su desaparición ante el agente del Ministerio Público.

Tras cuatro días de intensa localización, ante la falta de resultados y debido a que la hija de la extinta manifestó que en una jardinera de su casa se dio cuenta que la tierra estaba floja y removida, policías ministeriales finalmente llegaron al domicilio de la víctima, ubicado sobre la calle Cerrada de Independencia, en la colonia Benito Juárez, en este municipio.

Ya con la presencia del ministerio público y los peritos, por instrucciones del representante social, policías ministeriales comenzaron a escarbar en la jardinera. Aproximadamente a unos 35 centímetros de profundidad, descubrieron que ahí estaba la mujer, pues hallaron una de sus manos.

Ante la situación, el ministerio público de inmediato intervino y después de que realizó las diligencias ministeriales y ordenó la exhumación del cadáver, dio inicio a la carpeta de investigación correspondiente por el delito de homicidio contra quien resulte responsable.

Dentro de las primeras investigaciones que se realizaron, policías ministeriales informaron que en el momento de la desaparición de la víctima, identificada como María de los Ángeles “N”, de 58 años, la única persona que la acompañaba era su hijo, Alfredo “N”, de 34.

Durante los interrogatorios a que fue sometido el sujeto, primeramente fingió demencia y luego, para evitar más cuestionamientos, aparentó un desmayo y pidió que fuera llevado a un hospital, ya que según él, estaba enfermo de la presión y de repente se ponía muy mal.

Sin embargo, como los ministeriales le manifestaron que iban a esperar a que se recuperara y no se podía ir hasta que contestara algunas preguntas, no tuvo más remedio que levantarse y responder a los cuestionamientos.

Finalmente terminó por confesar que él mató a su madre y dijo que lo hizo en una discusión que se originó porque ya estaba harto de que todos los días le recriminara por ser un consumado adicto al alcohol y las drogas.