Saltillo, Coahuila.- El Cerdo de Babel es parte taberna, parte galería de arte y parte centro cultural, y gracias a esto se ha convertido en un microcosmos en el cual convergen seres tan dispares como los historiadores, los literatos, los pintores, y hasta jóvenes que sólo quieren beber una cerveza para alejarse del mundo dentro de las paredes del bar.

Esta fauna que poco a poco ha hecho del Cerdo su segunda casa, o al menos su guarida, es la misma fauna que ha sido fotografiada por Raúl Cantú y Luis Padilla, quienes la noche del miércoles presentaron la exposición Habitantes del Cerdo.

Este proyecto se divide en dos partes: la planta baja está dedicada a los que trabajan en la taberna, mientras que la superior a los clientes, esos párrocos que sirven como sustento al recinto de Dionisio.

CONCEPCIÓN

“El Cerdo es un bar muy peculiar, ya que tiene distintas facetas: desde ser un bar hasta una galería. (Es un lugar) en donde viene gente de distintos tipos. Era necesario retratar esa diversidad y la gama de personas que se desenvuelven en el buen ambiente”, expresó Luis Padilla, quien dio inicio al proyecto.

Para desarrollarlo se realizó una metodología en pasos en la cual se optó por hacer dos sesiones: una más personal con los trabajadores, y otra más amplia en la que se logró captar cómo el staff de la taberna se relaciona con los clientes.

“El proceso fotográfico se llevó en diversas etapas. Primero se hizo una convocatoria para que los trabajadores asistieran al estudio de fotografía y en una sesión independiente vinimos una noche al Cerdo a fotografíar a las personas que aquí estaban”, explicó Raúl Cantú.

UNIFICAR

La relación laboral entre ambos fotógrafos los ha llevado a conocer estrechamente la técnica el uno del otro, y por eso han decidido trabajar en este proyecto como si fuera el de un solo autor.

“El proyecto está hecho por dos fotógrafos cuya técnica es muy similar. Nosotros intentamos tener la esencia de las personas que fotografiamos en blanco y negro porque sin el adorno de la coloración surgen las verdaderas personas o al menos su personalidad”, señaló Luis.

“La idea fundamental es que sea un retrato emocional. Esta es la razón de utilizar el blanco y negro, ya que creo yo que es la fotografía que más nos proyecta a la gente y de una manera es más fácil sacar lo que son ellas con esta técnica”, dijo por su parte Raúl.

Eligieron el Cerdo de Babel porque dicen tener una relación personal con la taberna, dijeron para finalizar.