Sao Paulo.- Decenas de miles de personas fueron evacuadas y al menos seis murieron en los estados brasileños de Pernambuco y Alagoas (nordeste) debido a las fuertes lluvias que durante el fin de semana azotaron la región.

Al menos 30 mil habitantes de Pernambuco tuvieron que abandonar sus casas en los últimos días, además de las 3 mil 81 familias que debieron alojarse en otros hogares o dependencias públicas en Alagoas, según informaron las autoridades de ambos estados.

En Pernambuco, el gobierno regional declaró el estado de emergencia en 14 ciudades y envió a 200 efectivos del cuerpo de bomberos y la defensa civil para contener una crisis que, por el momento, ha dejado dos fallecidos.

La situación es también de urgencia en Alagoas, estado que linda con el sur de Pernambuco, donde cuatro personas han muerto y 3 mil 81 familias están fuera de sus casas debido a los deslizamientos, caída de árboles y el aumento de volumen en los ríos derivados del temporal.

Mientras crecían los reportes, el presidente de Brasil, Michel Temer, aparcó por unas horas la enorme crisis política que padece el país para sobrevolar el domingo las zonas afectadas por las lluvias. Desde Pernambuco, el mandatario autorizó un préstamo de 600 millones de reales (183.8 millones de dólares al cambio actual) del banco de fomento BNDES para concluir cuatro represas cuya construcción fue anunciada durante el temporal que azotó al estado en 2010, según informó la estatal Agencia Brasil.