Piedras Negras, Coah.- “Las parroquias también son las calles, los hogares también son la parroquia y los hogares de los fieles también son el Sagrario de Jesús Sacramentado y se puede adorar ahí”, comentó el padre José Calvillo Rodríguez, párroco de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, que señaló que están llevando a cabo la misión de llevar al Santísimo hasta las casas de los fieles.

Indicó que dentro del programa de la parroquia del Perpetuo Socorro hay una misión parroquial que tiene como objetivo llegar a las personas directamente en sus casas y también que participen en la parroquia.

“Desde enero se está llevando a cabo la preparación de equipos, primero con la misión cuaresmal, el rezo del Vía Crucis por las calles y la consagración de los hogares a Nuestra Señora de Fátima con motivo del centenario de su aparición y esta acción se convierte en la misión parroquial que en este momento lleva como nombre Casita de Adoración al Santísimo”.

El padre José Calvillo comentó que esta misión consiste en que los ministros de la comunión y los agentes preparados para esta dinámica, lleven al Santísimo a los hogares de las familias para que tengan una tarde de oración en su domicilio.

“A la 1:00 de la tarde se lleva el Santísimo a la casa elegida, se reza el Rosario a la Virgen y el Rosario de la Misericordia, se tiene hora santa, la lectura de la palabra y se concluye a las 6:30 la adoración para terminar con misa de 7:00 en la parroquia”.

El párroco de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro comentó que esta misión le ha ayudado a llegar a la casa de los fieles que han dado testimonios muy edificantes y agradables, tanto de quienes llevan el Santísimo Sacramento a las casas como de aquellos que lo reciben.

“Salir de la parroquia es lo que el Papa llama iglesia en salida y nos invita a que salgamos de nuestra concepción tradicional de parroquia, donde todo lo queremos hacer encerrados en cuatro paredes, pero nos olvidamos que las casas de los fieles, que las calles de las colonias también son parte de la parroquia y que tenemos que llegar a visitar a las personas más necesitadas, no tanto económica ni materialmente, sino a las personas necesitadas de Dios que una vez que reciben este regalo de las Casitas de Oración en su casa pueden dar el testimonio sobre su sentir y su pensamiento al compartir con los vecinos, con los ministros y con la parroquia el rincón, el altar, la silla que nos ofrecen para poner el Santísimo en un lugar reservado en su casa y que toda la tarde se la pasen haciendo oración”.

El padre Calvillo comentó que esta misión lleva tiempo de preparación, de andar por las calles, estar en las casas platicando con las familias y se pretende continuar con las Casitas de Adoración al Santísimo de manera permanente.