Saltillo|Monclova|Piedras Negras|Acuña|Carbonífera|TorreónEdición Impresa
Saca Ejército a maestros atrapados en balacera en Chiapas Suspenden madres buscadoras actividades en Chilpancingo Acusan policías de Campeche… ¡patrullas sin combustible! Denis Villeneuve dice que Zendaya será muy importante en Dune 3 PlayStation trabajaría en una nueva portátil

Zócalo

|

Clasificados

|

Información

< Clasificados

Clasificados

Llena de vida y de sueños por realizar

Por Adrián Galindo

Publicado el martes, 27 de junio del 2017 a las 09:00


A 3 días de un cumpleaños más, Emilia Reyes añora regresar a la sierra, en donde vivió con su esposo muchos de sus mejores días.

Saltillo, Coahuila.- Doña Emilia Reyes Gómez tiene muchos planes por delante. Uno de ellos es volver a los cañones de Arteaga para cuidar a su ganado, como hizo durante décadas al lado de su marido, allá por tiempos revolucionarios.

Faltan tres días para que cumpla 105 años, edad a la que llegó gracias a una vida de trabajo, pero muy tranquila, sin más lujos que un metate para moler el maíz y un lavadero de madera para lavar en el río.

Doña Emilia nació el 30 de junio de 1912, dos años después de que estallara la Revolución Mexicana, en una comunidad rural del municipio de Arteaga llamada La Efigenia, a menos de dos horas de la ciudad de Saltillo.

“Mi abuela nos platicaba que para llegar a la capital tenían que viajar hasta una semana en carreta jalada por bueyes, porque pues antes no había carretera. La gente consumía lo que había comprado en Saltillo; fueron tiempos de mucha austeridad”, comenta su nieta Beatriz Morales.

En ese entonces, doña Emilia trabajaba la tierra junto con su esposo y sus hijos, pues tuvo 20, de los cuales logró criar con bien a cinco debido a que las condiciones de vida que tenía entonces eran muy precarias.

Para cuidar a los animales solían llevar a pastar al ganado a la sierra, donde generalmente se quedaban a dormir para cuidarlos.

“Mi abuela vivía en una cueva, se pasaban hasta una semana allá para cuidar a sus animalitos, ahí prendían lumbre y cocinaban, por eso de broma siempre les digo que mi abuela vivía en las cavernas”.

Una vida de trabajo

Desde muy temprana hora, doña Emilia comenzaba sus labores de ama de casa, las cuales distan mucho a las que realiza una mujer contemporánea.

Para hacer tortillas de maíz tenía que cosecharlo, después desgranarlo, limpiarlo, cocerlo y molerlo, sólo para hacer la masa.

Lo mismo para preparar cualquier otro alimento, pues antes no tenían acceso a supermercados, tiendas de conveniencia o productos procesados.

Las mujeres trabajaban el campo y además realizaban las labores del hogar, como lavar, hacer de comer y cuidar a los hijos.

“Mi abuelo le hizo un lavadero de madera tallado de un tronco caído, y con eso lavaba de rodillas en el río, muy distinto a nosotras que solamente le picamos un botón a la lavadora”, dice la nieta.

Doña Emilia vive en casa de su yerno, al cuidado de sus tres nietas Karina, Beatriz y Claudia Morales Gaona, a quienes cuidó cuando eran pequeñas; hoy los roles se invirtieron y son ellas quienes velan por su abuelita.

Una bendición

“El día que Dios me mande a juicio voy a estar muy a gusto”, dice doña Emilia entre risas, pues aunque es poco lo que puede comunicarse, nunca ha perdido la actitud, pero sobre todo las ganas de vivir para servir a los demás.

“Para nosotras es un gusto cuidar a mi abuelita porque ella le ayudó a mis papás con nosotros. Todo el tiempo estuvimos viviendo cerca, así es que tenerla con nosotros es una bendición, más que un trabajo. Cuando se hace con amor no es pesado”, comenta su nieta Karina Morales.

Después de trabajar el campo por años, doña Emilia se mudó a Saltillo, donde trabajaban y estudiaban algunos de sus hijos.

Hoy vive con sus nietas, rodeada de bisnietos e incluso un par de tataranietos, que ven en su abuelita la memoria viviente de su familia, pues pese a su edad siempre tiene una sonrisa para ellos, que en momentos difíciles es el equivalente a una bendición.

Este próximo 30 de junio, cuando alcance los 105 años, Emilia celebrará en grande con toda su familia, comenzando su día con una misa en su honor, así como una comida, donde partirán un pastel grande y con muchas velas.

Notas Relacionadas

Más sobre esta sección Más en Clasificados