Estados Unidos.- Un reporte recapitula la relación laboral entre un vendedor que fue procesado por fraude y la hija del Presidente estadounidense.

En 2007 Alexandre Ventura Noriega, un ex vendedor de autos brasileño, trabajó como un recaudador de fondos para un proyecto de la compañía de Donald Trump.

La idea era construir una torre de 70 pisos en Panamá con apartamentos residenciales y un casino, un hotel llamado Trump Ocean Club que sería la primera empresa internacional del futuro Presidente de Estados Unidos.

Nogueira fue una pieza clave para el éxito del negocio que, de acuerdo con un prospecto de bonos, le otorgó a la familia hasta 75 millones de dólares y tuvo reuniones con Ivanka Trump, quien manejaba la participación de la empresa en el complejo panameño, según un reportaje de la agencia de noticias Reuters.

Además, una investigación conjunta con la cadena NBC News sobre el financiamiento del proyecto encontró que Nogueira fue responsable de entre un tercio y la mitad de las ventas anticipadas del Trump Ocean Club.

Panama tower carries Trump's name and ties to organized crime https://t.co/kFWoK2Wd29 pic.twitter.com/vZLYTjiytN

— NBC News (@NBCNews) 17 de noviembre de 2017

Ivanka estaba tan sorprendida con sus habilidades de ventas que lo ayudó a convertirse en un corredor líder para el desarrollo e incluso apareció en un video con ella en el que promocionaban el hotel.

La investigación también apunta que Nogueira hizo negocios con un colombiano que luego fue declarado culpable de lavado de dinero y ahora está detenido en Estados Unidos, con un inversionista ruso que fue encarcelado en Israel en la década de 1990 por secuestro y amenazas de muerte, y con un inversionista ucraniano que fue arrestado por presunto contrabando de personas.

Tres años después de involucrarse en el proyecto, Nogueira fue arrestado por las autoridades de Panamá por cargos de fraude y falsificación pero sin relación con el negocio de Trump.

Pagó una fianza de 1.4 millones de dólares y luego huyó del país.

Sus acciones dejaron un rastro de personas que acusan ser víctimas de engaños, incluidas alegaciones sobre apartamentos del proyecto, lo que resultó en al menos cuatro casos penales que ocho años después aún deben ser juzgados.

Nogueira, de 43 años, ha negado los cargos.

“No soy un ángel, pero tampoco soy un demonio”, escribió a Reuters en un correo electrónico.

Por su parte, Ivanka se negó a comentar sobre su trato con el vendedor.

Alan Garten, el jefe legal de la Organización Trump comentó que nadie en la empresa, incluida la familia del Presidente, tiene ningún
recuerdo de haber hablado con Nogueira.