Univision | Los Ángeles.- San Francisco, la ciudad santuario que irritó al presidente Donald Trump tras exonerar de asesinato a un mexicano indocumentado cuyo caso agitó el debate migratorio, sería el blanco de la mayor redada del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en lo que va de esta administración, con la que buscan detener a más de 1,500 indocumentados (incluso aquellos que no tengan antecedentes penales).

Este operativo, que se planifica realizar en unas semanas, se enfocaría en el área de la Bahía de San Francisco, dijo un funcionario no identificado al diario San Francisco Chronicle. Dicha región abarca nueve condados en el norte de California y es hogar de casi 600,000 indocumentados.

De esta manera, el gobierno Trump intenta enviar un mensaje fuerte, advirtiendo sobre las acciones que emprenderá para hacer cumplir las leyes migratorias en California, que desde el 1 de enero se convirtió en un estado santuario. Dicho plan contempla enviar más agentes migratorios de otras partes del país para participar en tal operación, que se llevaría más de un día y podría incluir barridas en empresas que contraten a inmigrantes sin permisos de trabajo.

Si bien los blancos serían indocumentados con antecedentes penales y órdenes de deportación, ICE no descarta engrosar sus cifras con los llamados “arrestos colaterales”, que es cuando algunas personas terminan arrestadas sin estar en la lista negra, según el mismo medio.

James Schwab, portavoz de ICE en San Francisco, dijo en un comunicado enviado a Univision Noticias: “No podemos especular sobre futuros operativos”.

Operativos en centros de trabajo

A principios de enero, el director interino de ICE, Thomas Homan, advirtió que preparaba un plan para “aumentar significativamente” el número de agentes que busquen a indocumentados “criminales” en vecindarios y lugares de trabajo en California, como respuesta a la declaración de estado santuario.

“Vamos a estar por todos lados”, afirmó entonces Homan. “Están a punto de ver a muchos más agentes especiales, muchos más agentes de deportación”.

La llamada ‘Acta de Valores’ o ley SB54 fue firmada por el gobernador Jerry Brown en octubre pasado. Se trata de un revés a la administración Trump, al prohibir que la policía local indague el estatus migratorio de las personas o participe en acciones federales contra la inmigración indocumentada.

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Además, prohíbe compartir información con ICE o transferir a los detenidos que han sido condenados por una o más ofensas de una lista de 800 delitos menores.

Para el funcionario, esta falta de cooperación ha liberado a indocumentados peligrosos.

Lo cierto es que ICE parece estar en un nuevo frente: el 10 de enero, decenas de agentes se presentaron en 98 tiendas 7-Eleven de varios estados buscando empleados sin permisos de trabajo. Al final de la jornada, 21 personas fueron arrestadas. La dependencia indicó que hará más auditorías e investigaciones, sin limitarse a las grandes empresas o enfocarse en alguna industria en particular.

Desde el inicio de la administración Trump, las redadas de ICE en California se han centrado en Los Ángeles. El último gran operativo en el área de San Francisco concluyó a principios de junio pasado con 54 detenidos, la mayoría de los cuales (16) habían sido convictos por conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas (DUI), por delitos relacionados con drogas (7) y por violencia doméstica (6).

El segundo más grande en esa región fue parte de una barrida de cuatro días a finales de septiembre que se centró en las ciudades santuario. El saldo: casi 500 indocumentados fueron puestos bajo custodia federal. ICE detuvo entonces a 27 personas de Santa Clara, el condado en el norte californiano con más indocumentados. Ahí viven alrededor de 183,000 personas sin papeles.