Saltillo, Coah.- Era más que el entrenador, era más que el coordinador de deportes, era un amigo, un padre, un esposo, una persona en la que se podía confiar.

Así es como la comunidad, familia y amigos recuerdan a Demetrio Cisneros López, coordinador de deportes y entrenador de los Osos de la UANE, quien el lunes por la noche partiera a entrenar al cielo.

La vida se le acortó, pero durante 57 años, Cisneros López dejó un camino lleno sabiduría, de enseñanzas a cuanto jugador y alumno pasó por sus enseñansas, porque a muchos los guió y se convirtió en un segundo padre.

Hace días Demetrio Cisneros sufrió una trombosis cerebral que lo mandó al hospital; ahí su familia estuvo con él en todo momento, mientras los de afuera, los que no lograban al menos verlo, lo llevaban en sus oraciones.

Estuvo así por mucho tiempo hasta que su corazón, que tanto luchó por devolverlo en sí, no aguantó más y decidió que era momento de partir, porque la misión para él había terminado de este lado, en donde están los vivos, y ahora está en donde la vida es eterna.

Fue su propia familia la que se encargó de dar aviso a sus conocidos mediante un mensaje en Facebook acerca del fallecimiento del entrenador, siendo en ese momento en que la comunidad se abocó a dar sus condolencias.

Decenas de amigos, estudiantes, jugadores, familiares y allegados le hicieron llegar un mensaje hasta el cielo, desde ese lugar los guía ahora.

No sólo a ellos, también a su familia, porque dejó en la tierra a su esposa Elsa Rodríguez, así como a sus tres hijos, Carlos, Daniel y Marisol Cisneros Rodríguez.

UN EJEMPLO INMEJORABLE

Demetrio siempre fue un hombre con mucha iniciativa, así se le recuerda, anduvo de un lado a otro motivando, enseñando, dando palabras de aliento, al tanto de las necesidades de otros para de alguna manera tenderles una mano.

Fue un forjador incansable de atletas en el deporte ráfaga, su deporte favorito, el que por años atendió de una manera práctica y formó a cientos de alumnos de manera integral en cualquiera de las instituciones en donde estuvo.

Se le recuerda como entrenador de la secundaria Andrés S. Viesca, en la que permaneció durante mucho tiempo, también impulsó, hace más de 20 años, el YBOA, junto con Rafael Santana, del Colmex.

Ese torneo YBOA revolucionó los torneos infantiles de baloncesto en la ciudad y fue Demetrio uno de los encargados de darle ese valor agregado, demostrando que esa disciplina en la ciudad tenía un fuerte potencial.

Es por esas y muchas razones más por las que se le recordará a Demetrio Cisneros, tanto dentro de la duela como fuera de ella, por ser un hombre sensible, entregado, entrañable y, sobre todo, un amigo y un padre excepcional.