Ciudad de México.- La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Rosario Robles, dijo que la devastación por los sismos de septiembre pasado, ha llevado a una recolección de escombros de más de dos millones de toneladas, equivalente a llenar con piedra varias veces el estadio Azteca.

Sostuvo que la situación colocó a las autoridades frente a un a “un reto gigantesco”, porque a la construcción de casas previstas en los programas formales de vivienda en las entidades afectadas, se suman las que se destruyeron por los sismos.

Expuso que la Sedatu no maneja un peso de los recursos que se entregan a los damnificados, función que realiza directamente el Bansefi y afirmo que el proceso se realiza de manera transparente, pues los recursos que se entregan aparecen en una página de Internet del Gobierno Federal.

También se refirió a la transparencia de este proceso, que se lleva a cabo a través de un folio de los beneficiarios, con la participación de los tres niveles de gobierno, y que de la entrega de recursos se da cuenta puntual en una página de Internet del gobierno de la República.

Dijo en su comparecencia ante las Comisiones Unidas de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial, de Reforma Agraria y de Desarrollo Metropolitano y Vivienda de la Cámara de Diputados, que los fenómenos naturales afectaron totalmente 55 mil viviendas y daños parciales en 184 mil más.

Explicó que son cifras proporcionadas por los censos que se realizaron casa por casa, para iniciar la demolición y recolección de escombros en varios estados del país que sufrieron los estragos de los terremotos del 7 y 19 del pasado mes de septiembre.

Robles Berlanga señaló que en Oaxaca está por concluirse la entrega de tarjetas bancarias con los apoyos económicos para los damnificados, mientras que en Chiapas ya terminó este proceso; En Morelos se inicio la repartición de los plásticos, lo mismo que en el Estado de México.

Añadió que este sábado se inicia en Puebla y la semana próxima arranca en Guerrero, Veracruz y la Ciudad de México, en una labor que se acompaña con la asistencia técnica, con nuevas reglas ante la existencia de zonas sísmicas en el territorio nacional.