Ciudad de México.- Durante el recorrido del presidente Enrique Peña Nieto por Joquicingo, elementos del Estado Mayor Presidencial se enfrentaron con jóvenes, quienes afirmaron ser de la Universidad Autónoma del Estado de México.

El Mandatario federal caminaba por la calle León Guzmán, donde daría un mensaje a cientos de mexiquenses afectados por el sismo del 19 de septiembre, cuando frente a él, a mitad del tumulto, los militares pelearon con los estudiantes.

La versión de estos últimos es que los escoltas empujaron a un hombre de la tercera edad que le gritaba a Peña Nieto “¡Agarra una pala!”, por lo que enojados ellos comenzaron a aventar a los uniformados.

El Presidente, acompañado por el gobernador Alfredo del Mazo, veía de lejos la escena, desconcertado por lo que sucedía.

En su discurso, el Mandatario lamentó que llegue a la comunidad gente que no tiene el espíritu de ayuda, por lo que preguntó a los lugareños si eran de la comunidad, y le respondieron que no.

Calma

Peña Nieto afirmó que era realmente condenable la actitud de quienes no ofrecen su ayuda de buena fe.

“Aquí hoy los mexicanos están trabajando para apoyar a la gente que más lo necesita, y lo que no se vale es que haya gente que pretende obstruir ese tipo de ayuda de los mexicanos, de las autoridades y quieran ser obstáculo para esta ayuda.

“Hemos visto en las redes mucha desinformación, a veces información falsa, noticias falsas que verdaderamente entorpece la labor de auxilio y apoyo de las personas damnificadas. No se dejen engañar, no se dejen confundir”, acusó.

A empujones, los militares sacaron a los estudiantes del lugar y el Presidente continuó su discurso, en el que prometió que pronto comenzará a llegar la ayuda.

Lo primero, afirmó, será realizar un censo para determinar el tipo de ayuda que se les dará.

Después, el Mandatario y funcionarios estatales, en su mayoría, realizaron una reunión de evaluación.

En la última semana, el Presidente visitó las comunidades afectadas por los temblores del 7 y 19 de septiembre, pero aún le falta Guerrero.

En Joquicingo, el censo arrojó un total de 165 casas derrumbadas.

Regresa ‘Chichí’ tras salvar vidas

Entre porras, aplausos y cariño regresó ayer el perro “Chichí” a su casa; después de encontrar a 11 personas entre los escombros de los edificios que se derrumbaron en la Ciudad de México, el canino de raza pastor belga malinois, llegó a repartir alegrías entre una decena de vecinos que lo esperaban.

“Chichí” viajó con su dueño, Luis Campos Salazar, a la capital del país; ellos son de origen poblano pero viven en Saltillo.

Fueron a colaborar con las acciones de rescate financiados con sus propios recursos y las donaciones de otras personas que encontraron en él, la mejor opción para depositar su ayuda contra la tragedia.

El pastor fue entrenado por su propio dueño para encontrar vida entre la devastación, “tuvo como compañera una perrita de nombre ‘Beini’, y trabajó sin botas porque yo nunca tuve dinero para comprarlas, entonces no sabe usarlas”, narró el orgulloso dueño.

Durante sus días de trabajo en la capital del país, “Chichí”, cuyo nombre proviene del náhuatl y significa “perro fiel”, tuvo atención médica para cuidar sus patas.

Destacado

» Cientos de usuarios en redes sociales agradecieron a Luis Campos, dueño de “Chichí”, su determinación para costearse el viaje hasta la Ciudad de México con el único objetivo de ayudar, haciéndolo incluso con un casco de ciclista al carecer del equipo necesario.

Recibe Graco rechiflas

Durante la visita del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a Zacatepec, el gobernador de Morelos Graco Ramírez, enfrentó los gritos y reclamos de ciudadanos quienes le exigieron que entregue la ayuda a los damnificados y no la mantenga en bodegas de su Gobierno.

Voluntarios y ciudadanos interpelaron al Mandatario afuera del estadio Agustín Coruco Díaz.

Además de insultos y rechiflas, demandaron al Mandatario dejar de perseguir a ciudadanos de otras entidades que llegan a Morelos con ayuda.

Mientras Graco trataba de escabullirse de la multitud, se escuchó el grito: “¡Que reparta! ¡Que reparta!”, en referencia a las despensas y ayuda que ha sido acaparada por el Gobierno del Estado.

El perredista salió junto con Osorio Chong, quien tenía el rostro inmutable; luego se dirigieron al mercado municipal de Zacatepec.

El secretario de Gobernación acudió para iniciar el censo de afectaciones.

Además, Morelos anunció un fideicomiso para la reconstrucción.

Debaten reasignación del gasto

Jorge Carlos Ramírez Marín, presidente de la Cámara de Diputados, propuso ayer reasignar el financiamiento de los partidos políticos para atender la emergencia por los sismos, a través de dos mecanismos: el Presupuesto de Egresos 2018 y una petición expresa al INE.

Luego que el Frente Ciudadano por México (PAN-PRD-MC) planteó una reforma legal para eliminar el 100% del financiamiento a las fuerzas políticas, el legislador priista consideró que basta con establecer una disposición en el Decreto del Gasto del próximo año y notificar al órgano electoral.

Explicó que en el caso de los gastos de campaña, que rebasan los 2 mil millones de pesos, la Cámara de Diputados puede establecer en el documento que todo lo que reintegren los partidos será destinado a la reconstrucción de las zonas afectadas.

“Es simple. No sólo sencillo. Los partidos pactan la reducción de los topes de campaña por convenio. Piden que se les reduzca, 50, 25%, lo que sea que acuerden. El INE lo reintegra a la Tesorería de la Federación”, dijo.

Mientras que diputados y senadores del PAN, PRD y MC, consideraron que sus dirigencias no deben descartar la posibilidad de realizar aportaciones inmediatas.

Despertaría inacción ‘el odio del pueblo’

La Iglesia católica recordó ayer que si el Gobierno no atiende con celeridad las necesidades de la ciudadanía tras el potente terremoto del martes pasado, se despertará “el odio del pueblo”.

De no actuar correctamente, las autoridades “despertarán el odio del pueblo, que llevará a un deterioro mayor, al desprestigio, debilitamiento y rechazo de nuestros gobernantes.

“Lo que ciertamente no será sano para la gobernabilidad ni la vida democrática del país”, dijo la Arquidiócesis de México en el editorial del semanario Desde la Fe.

La Iglesia afirmó que el terremoto de magnitud 7.1 en la escala de Richter, recordó que el ser humano es “frágil”.

“Después de la conmoción, vino la reacción para entender la magnitud de los daños y, de nuevo, echar por delante las muestras conmovedoras de una sociedad civil generosa, dispuesta y entregada”, afirmó el texto.