Internacional
Por EFE
Publicado el sábado, 27 de mayo del 2017 a las 12:19
Austin, Tx.- La justicia de Estados Unidos acusó ayer del asesinato de un bebé a una enfermera que podría haber matado a otros 60 recién nacidos a finales de los 70 y principios de los 80, y que está encarcelada por uno de esos crímenes, aunque podría salir en libertad próximamente.
Genene Jones, de 66 años, cumple penas de 99 y 60 años de cárcel por matar a una bebé de 15 meses, Chelsea McClellan, y por el intento de asesinato de un bebé de 4 semanas, Rolando Santos, a quien le administró un anticoagulante, según el Departamento de Justicia Criminal de Texas.
La enfermera, que trabajó en hospitales de San Antonio y Kerrville, Texas, cometió ambos crímenes en 1982, poco antes de su detención, y fue condenada en 1984.
Un gran jurado acusó ahora a Jones del asesinato en 1981 de Joshua Sawyer, de 11 meses, al inyectarle una dosis letal de un producto contra la epilepsia.
“Jones es sospechosa de haber matado hasta 60 bebés”, afirmó ayer en una conferencia de prensa el fiscal del condado texano de Bexar, Nico LaHood, quien definió a la asesina como “el mal encarnado” y aseguró que la justicia “velará para que ella responda por sus crímenes”.
El fiscal consideró que numerosos niños murieron bajo circunstancias “inusuales” durante o poco después de los turnos de Jones, lo que la convierte en principal sospechosa.
La mujer podría salir en libertad en marzo de 2018 por buen comportamiento, gracias a las leyes de reducción de penas vigentes en el momento de sus primeras condenas.
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