Saltillo, Coah.- Hace tres años el municipio de Pesquería, Nuevo León, era un pueblo de no más de 20 mil habitantes. La vida ahí transcurría tranquila y sin sobresaltos. Actualmente es una ciudad de más de 100 mil personas a punto de perder parte de su identidad.

La llegada de la empresa Kia cambió por completo la configuración de ese lugar. Las calles fueron tapizadas con letreros en coreano, un idioma al que se han tenido que acostumbrar no sólo los habitantes, sino quienes se encargan de negocios y servicios.

Hasta una vulcanizadora de la carretera ha tenido que anunciarse en coreano para beneficiarse de la llegada de estos orientales, para quienes Infonavit ya construyó casas y el Gobierno cambió nomenclaturas.

Pero esta “coreanización” lo mismo trajo prosperidad que problemas. Por eso, en este reportaje Luis Durón cuenta los pros y contras de un pueblo cuyos habitantes odian que ahora se conozca como “Pescorea”.