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Por Ruta Libre
Publicado el lunes, 7 de agosto del 2017 a las 15:17
Saltillo, Coah.- Las prioridades para las autoridades de Coahuila parecen no estar en la prevención, sino en reparar desastres. Cada vez que el arroyo Cuatro Bajo inunda predios, calles y comercios se anuncian soluciones; son promesas que el agua se sigue llevando y así continúa el problema.
A punto de terminar un sexenio estatal y un cuatrienio municipal, nadie ha logrado concretar un proyecto que prevenga las inundaciones que causa el afluente que proviene de la sierra de Zapalinamé cada que las lluvias elevan su nivel.
El choque entre los planes gubernamentales y el ineficaz cabildeo municipal con particulares alargaron una solución al problema hasta que intervino la Federación, con la promesa del presidente Enrique Peña Nieto de un proyecto hídrico para que Saltillo se librara de inundaciones al norte de la ciudad.
Pero un mal cálculo de la empresa que inició la obra de canalización por medio de tapetes de concreto provocó que el proyecto original se desechara y también que se estancara.
Al Presidente de la República aún le queda un año para cumplirle a Saltillo. El arroyo Cuatro Bajo aún espera que la política deje de estancarse como sus aguas cuando provocan desastres.
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