Internacional
Por Agencias
Publicado el lunes, 12 de febrero del 2018 a las 09:00
Surcorea.- Un príncipe alemán alguna vez apodado como el “hombre más interesante del mundo”, apunta al hombre más poderoso del mundo con una protesta musical que coincide con el comienzo de los Juegos Olímpicos de Invierno.
Hubertus von Hohenlohe desciende de la realeza alemana pero representó a México en el esquí alpino en cinco Olimpiadas, calificando para la ciudadanía porque nació en la Ciudad de México.
Austin, título de la canción que recién lanzó al mercado, representa una protesta contra los controvertidos comentarios del presidente Donald Trump sobre la inmigración mexicana a Estados Unidos.
“Trump está tratando de construir un muro y establecer un límite entre México y Estados Unidos”, dijo en un reciente discurso Von Hohenlohe, de 58 años, quien ahora es parte del staff de la Delegación Mexicana en Pyeongchang.
“Vamos a los Juegos Olímpicos y todo es paz y cursi y un ‘cuánto nos amamos’. Y en eso todavía hay una cosa bárbara de poner una pared. Entonces, hice una canción que salió exactamente el día en que entramos a la ceremonia de los Juegos Olímpicos”.
Peculiar, incipiente
Austin es el último de varios esfuerzos dentro de la música pop de von Hohenlohe, que ha tenido una vida tan intrigante y variada que la cadena NBC le otorgó el título de “hombre más interesante” en Sochi, Rusia, hace cuatro años.
Durante la década de 1970 fue amigo de la figura de culto Andy Warhol, habla cinco idiomas, ha esquiado en todo el mundo, presenta un programa de televisión, es un legendario participante en el circuito y es un fotógrafo de fama internacional.
Este mes, sin embargo, su enfoque principal es elevar el perfil del incipiente programa de Juegos Olímpicos de Invierno de México.
Durante muchos años fue el único representante de la nación en los Juegos, participando por primera vez en 1984, en Sarajevo, y vistiendo un traje de esquí de mariachi especialmente diseñado en Sochi.
Ahora, las cosas se han ampliado un poco y como otros atletas más jóvenes han surgido, von Hohenlohe está satisfecho de asumir un rol en la organización, en lugar de precipitarse por las laderas una vez más.
Arribo inclusivo
El esquiador de estilo libre Robby Franco, del norte de California, formó parte del sistema de entrenamiento de Estados Unidos, pero optó por representar a México después de obtener la ciudadanía gracias a que su padre nació en Guadalajara.
Sin embargo, las cosas no son fáciles, ya que el Consejo Olímpico de México y la Comisión Nacional del Deporte (Conade) tienen una relación incómoda, lo que significa que el financiamiento es prácticamente inexistente.
Franco tiene que vigilar cuidadosamente sus costos de viaje y equipo, y se ha mantenido a sí mismo trabajando en la industria de la construcción y renovación de propiedades en su natal California.
“Es un gran honor ser pionero de este deporte en México. Es sorprendente lo increíble que fue la respuesta en México. Pensé que todos estarían viviendo en Estados Unidos, pero no, era como ‘tú eres uno de nosotros, eres familia’”.
El esquiador de descenso Rodolfo Dickson nació en Puerto Vallarta y fue adoptado de una casa cuna por una pareja canadiense cuando era bebé. Su participación en Pyeongchang cumplirá un sueño de larga duración.
“Sólo quiero comenzar algo nuevo. Hay muchos jóvenes en Colorado que podrían representar a México, así que en unos años espero que haya un gran equipo y atletas capaces de ser realmente exitosos”, comentó Dickson.
Sobre la marcha
Ya con los trajes diseñados y confeccionados, se dio la clasificación de Dickson en campo traviesa, por lo que Von Hohenlohe tuvo qué improvisar.
“No tenemos nada para que él se ponga. Tendremos que resolverlo”, dijo a principios de febrero.
Con la nueva afluencia de atletas y la esperanza de que más atletas olímpicos de cosecha propia se unan al equipo para futuros juegos, los deportes de invierno en México toman una seriedad no vista en 30 años, la misma que envía un mensaje de inclusión y apertura de fronteras en momentos en los que el “invierno” de la división se cierne en la frontera con Estados Unidos.
Emerge del retiro
Sarah Schleper ha participado antes en cuatro Juegos Olímpicos. Lo hizo representando a su natal Estados Unidos, y consiguió su mejor papel en Turín 2006, al ubicarse en el décimo puesto en el descenso de montaña.
Su regreso a las citas olímpicas, a los 39 años y tras ausentarse en Sochi 2014, se da como parte de la Delegación Mexicana.
Hace cuatro años, Schleper estaba ya retirada del deporte. Pero fue entonces cuando se casó con el mexicano Federico Gaxiola. La naturalización la recibió de manos de Enrique Peña Nieto durante una ceremonia en Los Pinos.
Así, surgió la oportunidad de volver a una cita olímpica y de inscribirse en la historia deportiva mexicana, si es que termina entre las 25 primeras de la prueba. En ese caso, superará el mejor papel conseguido por un esquiador mexicano en los Juegos invernales, el sitio 26 que obtuvo Hubertus Von Hohenlohe en 1984. (Agencias)
Carga de tradiciones
Para los Juegos Olímpicos de Invierno en Pyeongchang, México portará uniformes muy poco comunes.
El excéntrico diseño, a cargo de Von Hohenlohe, está basado en el Día de Muertos.
“Me inspiré en lo que vi en un viaje a San Miguel de Allende. Hice algo muy mexicano, de tradición y muy bonito. Pero también es loco, divertido; si no, nadie nos mira”, declaró el fotógrafo, atleta y diseñador.
Esta no es la primera vez que innova en la competencia olímpica invernal, en la edición de 2014 en Sochi, el exesquiador ideó y utilizó un uniforme que simula el atuendo de un mariachi. (Agencias)
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