La Gran Época | Argentina.- Al menos son cinco las históricas desapariciones de submarinos que aún despiertan dudas, misterios y a veces críticas.

Una corresponde a un insólito caso de un navío alemán durante la Primera Guerra Mundial. Dos se refieren a grandes submarinos nucleares estadounidenses que se perdieron durante la Guerra Fría, y un cuarto caso es Kursk de la flota rusa, que lleva la amarga historia de 23 sobrevivientes que esperaron en vano la ayuda.

En cuatro de las extrañas desapariciones, en total 34 tripulantes se salvaron y 352 fallecieron.

Aún se espera rescatar con vida a las 44 personas que viajan a bordo del submarino Ara San Juan S-42, desparecido el 15 de noviembre en las aguas del Atlántico.

El UB-85 y su extraño abandono

El submarino UB-85 de 637 toneladas, armado con 10 torpedos, protagonizó un raro caso de abandono en el mar durante la Primer Guerra Mundial, mientras se encontraba en la costa de Belfast, Irlanda, en abril de 1918.

La nave fue atacada por un guardacostas británico cuando navegaba sobre la superficie, y todos los que iban a bordo, incluidos su capitán Günther Krech, 3 oficiales y 31 tripulantes, se lanzaron al agua. Mientras eran tomados como prisioneros de guerra, el UB-85 siguió su curso y se perdió su rumbo.

Submarino alemán similar al UB-85.

Lo curioso es que el capitán Krech, en el interrogatorio dijo que habían salido a la superficie la noche anterior para recargar las baterías y los había atacado una “extraña criatura marina”. Ellos le dispararon, pero esta dejó a la nave imposibilitada de sumergirse.

Se realizó la búsqueda y nunca se encontró nada extraño en las aguas, ni tampoco la nave.

En 2016, ingenieros de Western HVDC Link que trabajaban en un cableado eléctrico descubrieron un naufragio casi intacto de un submarino similar.

Se cree que en realidad el UB-85 se hundió parcialmente pues había quedado una escotilla semiabierta. Los cables de un calentador puestos por orden del capitán Krech en un compartimento de los oficiales, habría impedido que se cerraran herméticamente, mientras se sumergía a toda velocidad durante el ataque enemigo.

El USS Thresher

El submarino USS Thresher (SSN-593) de 85 metros de largo y propulsión nuclear de la Marina de EE.UU., entró en servicio en 1961 y se perdió a 200 millas de la costa de Nueva Inglaterra en 1963.

Un total de 129 hombres de la tripulación y 17 técnicos civiles murieron en la tragedia que nunca fue aclarada del todo.

Submarino SSN-593 Tresher.

Investigaciones más recientes proponen que explotó uno de sus torpedos en manera accidental. Otra hipótesis explica que durante la fase de inmersión a gran profundidad, se rompió el sistema de tubería, lo que inundó la sala de máquinas y apagó en manera automática el reactor nuclear.

Sin energía eléctrica no pudo emerger, por lo que cayó bajo el límite de presión soportable y sufrió una implosión.

La nave espía USS Scorpion (SSN-589)

El submarino USS Scorpion SSN-589, de 76,8 metros y propulsión nuclear, perteneció a la clase Skipjack de la Armada estadounidense. Fue puesto al servicio el 19 de julio de 1960 y se declaró perdido el 5 de junio de 1968, con 99 miembros de su tripulación.

En 1966 navegó como espía en el mar ruso en plena “Guerra Fría”, y filmó un lanzamiento de misiles a través de su periscopio, antes de huir a toda velocidad.

Submarino USS Scorpion SSN-589.

En 1987 entró en la Norfolk Naval Shipyard para una revisión completa. Después de la pérdida del USS Thresher, estos servicios de mantenimiento se habían ampliado a 36 meses, pero solo recibió las reparaciones de emergencia para ser puesto en servicio lo antes posible para dar cumplimiento a las misiones.

El costo de mantenimiento del Scorpion fue casi la séptima parte de otros submarinos de la época. Una hipótesis basada en comentarios de los técnicos indica que las válvulas de un sistema de equilibrio de emergencia estimadas poco seguras no se habían cambiado.

En sus últimos seis meses de operación, dos marinos intentaron ser cambiados a otra nave. Uno de ellos, Daniel Rogers, pidió ser descalificado de los servicios de submarinos, lo cual se le concedió, y el segundo, Daniel Pettey, fue transferido mientras se encontraba en el Mediterráneo, pocos meses antes de la tragedia.

Luego de la misión en el Mediterráneo, el Scorpion sufrió diversos problemas mecánicos, y dos de sus hombres dejaron la tripulación, en Rota, España, uno por una emergencia y otro por problemas de salud.

La última misión de la nave fue observar las fuerzas navales rusas cerca de las islas Azores. Entre el 20 y 21 de mayo, mientras volvía al puerto de Norfolk, trató de comunicarse con la Estación Naval de Rota, España, sin éxito. La armada estadounidense lo declaró perdido recién el 5 de junio, pero se sabe que inició las búsquedas mucho antes.

Dispositivos electrónicos de profundidad descubrieron más adelante sus posibles restos a 3000 metros de profundidad, a 740 km al suroeste de las islas Azores.

La larga espera del Kursk

El K-141 Kursk era un gran submarino de 154 metros de largo y propulsión nuclear de origen ruso, de la Flota Norte. Entró en servicio en 1995 en la base naval Severomorsk.

Viajaban a bordo 52 oficiales y 55 marinos, es decir un total de 107 personas, cuando se perdió en el mar Barent, al norte de Noruega y Rusia.

Después se supo que 23 personas de su tribulación esperaron en vano ser rescatados en el compartimiento 9, pero la ayuda nunca llegó. Otros 16 murieron asfixiados en un incendio declarado en la popa donde se encerraron cuando la nave comenzó a llenarse de agua.

Submarino Kursk.

El 12 de agosto del 2000 el Kursk se encontraba haciendo ejercicios navales con el Kirov Pedro el Grande, cuando ocurrió una explosión química durante el lanzamiento de prueba de uno de sus torpedos. Esto produjo una onda expansiva y un sismo de 2,2 grados en la escala Richter.

Como resultado, el submarino cayó al fondo a 108 metros de profundidad, a unos 135 km de Severomorsk. Una segunda explosión fue sentida más tarde con un sismo de 3,4 a 4,4 grados Richter.

Se pensaba que ninguno de los tripulantes había sobrevivido, sin embargo se reveló más adelante que 23 personas, incluyendo uno de ellos de nombre Dmitry Kolesnikov, estaban vivos.

Kolesnikov dejó escritas tres cartas, de las cuales se revelaron al público parte de ellas.

“15:45 aquí está muy oscuro para escribir, pero trataré. Por lo que parece hay posibilidad de salvarnos. Quizás solo un 10 a un 20%. Esperamos que al menos alguno lea estas palabras, Aquí está la lista de los que ahora nos encontramos en la novena sección y tratarán de salir. Saludos a todos. No tienen que desesperarse”.

A causa de las condiciones meteorológicas adversas, todos los tentativos de salvamento con las cápsulas Pritz y Brester enviadas al inicio -en total fueron cuatro-, fracasaron.

El 19 de agosto la nave Nomand Pioneer con su LR5 logró llegar al lugar del accidente y abrir una puerta posterior, pero dos días después suspendió el salvamento concluyendo que no habían sobrevivientes.

El Kursk fue reflotado recién en 2001 por un equipo holandés que usó la barcaza Giant4. Se encontraron 115 cadáveres de los 118 tripulantes. En su interior también habían reactores nucleares que se desactivaron en 2003 en la península Kola. La armada rusa había informado inicialmente que la nave no incluía reactores nucleares. Se erigieron importantes monumentos en honor a los muertos de la tragedia.

Ara San Juan S-42

Es un submarino del tipo TR-1700 de 65 metros de largo, de propulsión diésel eléctrica con sistema snorkel. Está en el mar desde el 20 de junio de 1983, y opera en la Armada Argentina desde el 18 de noviembre de 1985.

El 15 de noviembre de 2017 se perdió en el océano Atlántico Sur con 44 tripulantes a bordo.

Submarino ARA San Juan en mayo de 2017, seis meses antes de su desaparición en el océano Atlántico Sur.

Se sabe que en 2007 el submarino recibió el mantenimiento de su mitad de vida e ingresó al Astillero Ministro Manuel Domecq García. Luego fue incorporado al Comando de la Fuerza de Submarinos en la base naval de Mar del Plata. En 2010 la nave continuó con reparaciones del casco y salió al mar en 2014.

Se espera que sus 44 tripulantes estén a salvo y puedan ser rescatados.