Néstor González | Rodolfo Gutiérrez | Ramos Arizpe.- Un incendio que se generó la noche del martes en el área de ingreso de desechos del Centro Integral de Manejo, Tratamiento, Aprovechamiento y Disposición Final de Residuos Industriales (Cimari) Unidad San Andrés, causó pánico en las comunidades cercanas por el riesgo de contaminación tóxica, hecho que motivó a algunas personas a abandonar temporalmente sus casas.

Fue pasadas las 23:00 horas cuando usuarios de redes sociales comenzaron a solicitar apoyo a los cuerpos de emergencias de Ramos Arizpe ya que del confinamiento, ubicado sobre la carretera Saltillo-Monclova a la altura del kilómetro 106, comenzaron a brotar llamaradas que eran visibles a varios kilómetros de distancia.

Incluso, se habló en varias publicaciones acerca de explosiones y de una supuesta orden de evacuación para poblaciones contiguas, como el ejido Plan de Guadalupe, cuyos habitantes inmediatamente recordaron que en diciembre del 2007 se quemó una de las celdas, generándose una nube tóxica que afectó varios kilómetros a la redonda.

“Sí hubo gente que se fue”, relató una residente de Plan de Guadalupe, quien prefirió omitir sus datos, “pero se fueron porque quisieron, se supone que tiene que venir Protección Civil a avisarnos, por ejemplo, cuando evacuemos, no se puede uno ir tan fácilmente, nos tienen que avisar”.

Como es sabido, pobladores de las comunidades aledañas laboran en el Cimari, razón por la cual muchos de ellos esperaron la llegada de sus parientes para conocer de la situación y decidir entonces qué acciones tomarían en caso de confirmarse un riesgo inminente.

“La verdad estábamos esperando a ver si olía, nos dijeron que estuviéramos pendientes en caso que se viniera un mal olor, un olor fuerte (como la vez pasada). Si fuera así entonces había que evacuar, pero la gente se fue porque les dio miedo, no porque nos hayan dicho; por redes sociales vimos que hasta iban a mandar camiones, pero nunca llegaron”.

Conforme los minutos pasaban, la impaciencia y la preocupación crecía, primero, porque aún había personas laborando en el sitio, y dos, porque desde ese punto se podían observar las explosiones que iluminaban el cielo nocturno, sin saber qué era lo que las causaba.

“Los bomberos llegaron como a medianoche, el esposo de una de las vecinas llegó como a las 2:00 horas. De rato les habló el jefe de allí que estaba todo controlado, en caso de cualquier cosa ellos tienen que hablarles, como son trabajadores de ahí, para ver cómo le iban a hacer hoy; como quiera para acá no se sintió nada raro, a lo mejor el aire se llevó todo para otro rumbo”.

Equipo de respuesta

Aunque la planta cuenta con una brigada contra incendios, trascendió que esta sólo labora durante el día, razón por la cual los vigilantes, quienes fungieron como primeros respondientes, tuvieron que aguardar el arribo de los cuerpos de emergencia para determinar el tipo de fuego y cómo atacarlo.

“La gente que trabaja ahí estaba esperando la orden haber qué se hacía”, comentó otro de los vecinos, “son residuos que pueden hacer reacción con el agua, tenían que esperar a que viniera gente especializada para ver qué se iba hacer; cuando llegaron, mandaron a todos al punto de reunión, que es la caseta de entrada, la lumbre estaba como a unos 10 kilómetros adentro”.

“Lo que les dijeron fue que todo estuvo normal, que se controló rápido, no se extendió más que al almacén. Fue mentira eso que se evacuara el ejido, fue la misma gente la que dijo todo eso, luego se alarman, salen en la noche y pueden tener un accidente, algo más grande de lo que fue”.

Lo que quedó en evidencia fue que no se cuenta con un sistema de alerta, salvo la comunicación que existe entre los empleados y sus familias, para dar a conocer sobre alguna situación de peligro que pudiera surgir al interior del Cimari y cómo reaccionar en consecuencia

“No hubo problemas en mucho tiempo, se trabaja de forma regular, no sé qué vaya a pasar ahorita, primero Dios ojalá que no haya suspensión (Cimari) porque ahorita no hay chamba, la candelilla no la quieren comprar, ahí tienen seguro y prestaciones. Los coyotes compran la cera a 60 pesos el kilo y sólo 15 kilos por persona, cómo le hacemos”.

SÓLO DAÑOS MATERIALES

De acuerdo con el director de Protección Civil de Ramos Arizpe, Francisco Javier Sánchez Aguirre, la causa del siniestro fue una reacción química entre varios elementos que se tenían almacenados en el área de ingreso al Cimari.

“Sólo hubo daños materiales, no hubo lesionados, lo único que se dañó fue una estructura metálica que se tenía ahí de 1.50 por 20 metros, y bueno, los bomberos estuvieron gran parte de la noche hasta que estuvo controlado, quedaron algunos materiales calientes que hay que esperar a que se enfríen o se consuman, ya que hacen reacción con el agua”.

Detalló que, de acuerdo con los informes preliminares, los materiales que se consumieron fueron tambos de aceites y grasas, aunque está pendiente el reporte que haga la empresa Tecnología Ambiental Especializada para conocer qué otro tipo de residuos había en el lugar y si estos son causantes de contaminación.

“Lo que generó mucho humo fue que pegado a esas instalaciones de recepción de materiales tienen una vulcanizadora donde se arreglan las llantas de sus vehículos, entonces la radiación también alcanzó las llantas y demás, fue por eso la presencia de humo negro y algunas explosiones”.

Sánchez Aguirre informó que el llamado del sistema estatal de emergencias 911 se recibió cerca de las 23:00 horas, sin embargo, por la distancia entre la cabecera municipal y el Cimari los elementos del Cuerpo de Bomberos arribaron pasada la medianoche para apoyar en las labores de control del fuego que, aseguró, no llegó a las celdas.

“Como se hace en todas las empresas acudimos regularmente con ellos, en materia de Protección Civil cumplen con todas las normas; aquí creemos que la situación fue una combinación de materiales que reaccionaron y se suscitó el incendio; aún no se define si habrá sanciones”, finalizó el funcionario.

DESCARTA LA PROFEPA CONTAMINACIÓN AMBIENTAL

El incendio que se registró la noche del martes en el Cimari en Ramos Arizpe, provocó que una importante cantidad de dióxido de carbono fuera arrojada a la atmósfera, pero esto “no representa una amenaza ambiental para Ramos Arizpe ni Saltillo”, afirmó el delegado de la Profepa en Coahuila, Raúl Xavier González Valdés.

El funcionario federal señaló que la inspección que realizaron en el centro de confinamiento temporal de este Cimari, arrojó que en el área había cerca de mil 500 tambos con diferentes tipos de residuos, una gran parte de ellos con materiales como trapos y estopas impregnados de aceites y otras sustancias.

“Sí tenemos un tema de contaminación por la emisión del humo por el incendio que se generó, sin embargo, realmente el derrame que pudo existir en el tema de contaminación de suelo es muy pequeño, es un área muy pequeña, ya se tomaron las medidas de contingencia”.