Nacional
Por Excélsior
Publicado el martes, 7 de agosto del 2012 a las 22:41
México.- México es más atractivo para la manufactura de exportación que Brasil, India e, incluso, China, aseguran líderes industriales y directivos de empresas globales con plantas de manufactura en el país. Sin embargo, para explotar plenamente su potencial, el nuevo gobierno deberá atender varios pendientes, según publica el sitio web cnnexpansion.com.
Los pilares que podrían hacer de México la fábrica del continente americano son su ubicación geográfica privilegiada, los tratados de libre comercio y su mano de obra competitiva.
Además, existe un ambiente internacional favorable para México, con nuevos mercados que se abren al comercio e inversionistas interesados en ampliar su presencia en mercados emergentes.
“Parecería que el periodo en que los inversionistas institucionales sólo veían a los BRIC, está llegando a su fin. México será uno de los países que atraigan nuevas inversiones, muchas serán manufactureras”, dice Roberto Charvel, director general y fundador de la firma de inversión Vander Capital Partners.
No obstante, para que esto suceda el nuevo gobierno deberá dar resolución a las reformas, como la fiscal, la laboral y la energética.
“Hay que efectuar los cambios que hagan más competitivo y más atractivo el país. Son cosas de las que se habla desde hace décadas: las reformas estructurales” resume Deborah Riner, economista en jefe de AmCham de México.
También la inseguridad deberá estar entre las prioridades, pues entre los afectados está la industria maquiladora, en que los inversionistas suelen ser del exterior, publica la revista Expansión del 25 de junio de 2012.
“Hemos tenido muchas dificultades para argumentar que México es un buen lugar para invertir, porque (en Alemania) leen en los periódicos que hubo balaceras entre cárteles y preguntan por qué invertir en un país donde no hay orden legal”, dice Fried-Walter Muenstermann, director mundial de Finanzas de la química BASF.
“Esto tiene que ser resuelto relativamente pronto y tiene que hacerse más trabajo para promover la imagen de México en el exterior”, asevera el directivo.
China está perdiendo atractivo
En 2005 y 2012 la consultora AlixPartners evaluó el costo de manufactura de varios países en comparación con Estados Unidos. En el primer estudio, China resultó ser la mejor alternativa para producir y exportar al mercado estadounidense; pero en el segundo, los resultados favorecieron a México.
En parte, esto se debe a que hace una década un trabajador chino dedicado a la maquila costaba 2% de lo que cobraba un estadounidense y casi cinco veces más que lo que costaba un mexicano.
Sin embargo, las presiones inflacionarias, el incremento en los salarios y las condiciones laborales -que llevaron incluso a suicidios de trabajadores- iniciaron la carrera por la mejora salarial que, además, está transformando a los trabajadores chinos en consumidores.
Incluso, según un informe de The Boston Consulting Group, el costo de la mano de obra en China y Estados Unidos va a seguir acercándose y “si la tendencia se mantiene, hacia 2020 incluso será más barato producir en EU”.
Otras desventajas de la manufactura china son la falta de control de calidad como herencia de un sistema comunista cuya prioridad era producir en gran volumen y la desprotección de la propiedad intelectual.
A la par, la volatilidad del petróleo y el tipo de cambio han encarecido el envío de mercancía de Asia a Estados Unidos. Los costos de transportación desde China aumentan 5% en promedio cada año.
“No es solamente el costo laboral, sino impuestos, aduanas… todo el costo de la cadena”, dice Argenis Bauza, director de Operación de la consultora Accenture México.
Se mudan y podrían hacerlo a México
Como consecuencia de la falta de beneficios fiscales y el aumento de los costos salariales en China, algunas empresas estadounidenses están mudando su manufactura.
Ford regresará mil 974 empleos a Estados Unidos, mientras que la juguetera Mattel trasladó 525 puestos a Tijuana. A principios de 2011, General Electric mudó su producción de calentadores de agua a Kentucky.
Sin embargo, los beneficios fiscales y salariales que encuentran en occidente no son las únicas causas para que las empresas trasladen su manufactura. “No es tanto regresar al país de origen, sino ubicarte cerca de tu demanda”, explica Argenis Bauza, director de Operación de la consultora Accenture México.
En 2011, Accenture entrevistó a directivos de 287 empresas internacionales y seis de cada 10 respondieron que estaban evaluando la reubicación de sus plantas de producción más cerca de sus consumidores, para ofrecer mejor servicio y posibilitar un crecimiento acelerado.
De hecho, 49% de los entrevistados dijeron que experimentaron retrasos en la entrega de productos y 41% reportaron estar insatisfechos por su calidad, como consecuencia de producir en otro continente.
En ese escenario, México podría sacar ventaja de su ubicación estratégica que ofrece una alternativa competitiva para satisfacer la demanda estadounidense, al tiempo que se apresta para atender a un mercado latinoamericano en plena expansión.
“Cuando decidimos establecer plantas en México, la ubicación y las facilidades para la comunicación fueron muy importantes”, dice Laurent Beaudoin, presidente del fabricante canadiense de trenes y aviones Bombardier.
Lo que la manufactura necesita
Hay aspectos en que China quisiera ser el México de Asia, afirma Roberto Charvel, director general y fundador de la firma de inversión Vander Capital Partners.
“México exporta más bienes de alto valor agregado como porcentaje total de manufacturas que China. En 2001, China se integró a la Organización Mundial del Comercio y la manufactura mexicana sufrió, porque muchos productores se mudaron de México a China, así que la industria nacional tuvo que evolucionar a manufacturas con más valor agregado”, explica Vander.
Pero el gigante asiático mantiene una ventaja clave sobre nuestro país: gana mucho más dinero con su modelo de manufactura exportadora. Por cada dólar exportado desde China, 60 centavos se quedan allí, mientras que México retiene sólo 2 centavos, según la Asociación Mexicana de Parques Industriales.
La gran diferencia entre ambos modelos es la integración de proveedores locales, el mayor reto para quien ocupe la presidencia.
La creación de incentivos para que las maquiladoras empleen proveedores locales permitiría que las empresas y los emprendedores se integren a las cadenas de suministro de las grandes ensambladoras y que México se quede con más que 2 centavos por cada dólar exportado.
“La industria maquiladora china tiene una integración de proveeduría local de 55%, mientras que la industria en México tiene apenas 4% de integración nacional”, asegura Sergio Ley López, ex embajador de México en China.
Por ello, México ganará si fortalece la manufactura de exportación de alto valor agregado, incluidos la automotriz y aeroespacial, electrónicos y aparatos médicos.
Otro aspecto a considerar es que la ventaja de México no deberá radicar en la mano de obra barata, sino en la competitividad, dice Deborah Riner, economista en jefe de AmCham de México.
Se deben buscar nuevos clientes
México tiene 14 acuerdos de libre comercio con condiciones preferentes para exportar a 44 países, sin embargo éstos no se ven reflejados en una exportación diversificada.
En 2011, las exportaciones mundiales crecieron a una tasa anual de 19.55%, en tanto que las de México lo hicieron a una tasa de 17.45%.
“El 80% del mercado de exportación de México está en Estados Unidos, que está atravesando una etapa de crisis. Esta dependencia limita el desarrollo de México”, explica la economista coautora del libro La industrialización orientada a la exportación, ¿una estrategia de desarrollo para México?, Tania Molina.
Por su parte, China tiene una exportación mucho más diversificada. En su más reciente informe de comercio exterior, reportó que los países adonde exportó sus productos llegaron a 231 en 2010.
Por otro lado, aunque los acuerdos internacionales generen beneficios fiscales únicos para la industria maquiladora del país, perjudican a los proveedores nacionales, ya que los insumos importados tienen más beneficios fiscales que los producidos aquí.
“La forma en la que está regulada la maquila en México es única. En otros países se hacen importaciones definitivas, no importaciones temporales: es decir, no se puede diferir el pago de aranceles”, dice David Garduño Santacruz, asociado del despacho internacional Baker & McKenzie.
No obstante, esto provoca que “se generan industrias locales desvinculadas de la dinámica nacional, que dejan de ser un motor de crecimiento económico”, asegura la economista Molina del Villar.
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