Cultura Colectiva | Ciudad de México.- La editorial Gingko Press publicó ‘Mix and match. Exploring Contemporary Collage’ un libro sobre los mejores exponentes del collage contemporáneo en el mundo, entre los que destacan 5 artistas mexicanos.

La esencia del collage es la reconstrucción, la renovación cíclica inherente al acto de yuxtaponer, mezclar y fusionar fragmentos como una segunda oportunidad para las imágenes de objetos y seres que han perdido su función aparente pero que pueden formar parte de un nuevo inicio y habitar un universo donde cualquier relación es válida, más allá de las leyes de la lógica y las fronteras de la realidad. Dedicarse al collage implica superar las nociones limitantes del absurdo y dejarte sorprender por todo lo que tu mente es capaz de proyectar, así como estar dispuesto a hallar preguntas al explorar rincones del pensamiento donde solíamos buscar respuestas.

Entender el collage como microficción nos permite cuestionar dónde se encuentran los límites entre la fantasía y lo posible. ¿Realmente la imaginación puede crear horizontes nuevos al cambiar la perspectiva desde la cual nos detenemos a observar lo que nos rodea?

El collage como técnica artística se refiere a una estética, una composición visual que irrumpe en un montaje disruptivo frente al lenguaje tradicional de la imagen como algo finalizado y definitivo. Ante esta postura radical, el collage se presenta como una experiencia que cualquier artista debería tener no sólo como un ejercicio que potencia la imaginación, sino porque representa la libertad en una creación cuyo resultado final no se puede predecir.

El collage forma parte de la vida cotidiana y puede encontrarnos en diferentes disciplinas e intereses, como William S. Burroughs, quien escribió a partir del collage su novela Naked Lunch o David Bowie quien lo manifestó en la música al componer gran cantidad de canciones al “cortar y pegar”; e incluso en la psicología como metáfora para entender el funcionamiento del cerebro humano mediante las asociaciones y relaciones que establecen conexiones para generar “piezas nuevas” a partir de la unión de experiencias y aprendizajes previos que almacenamos en la memoria.

Actualmente, los ilustradores y diseñadores contemporáneos han popularizado esta forma de entender y representar artísticamente el mundo, herederos de la libre experimentación del dadá en el Cabaret Voltaire donde también nació el cadáver exquisito surrealista, ambas influencias definitivas para popularizar el uso del collage como una experimentación del lenguaje visual.

Así, desde su concepción en los primeros años del siglo XX, el collage nos ha transportado a mundos improbables creados a partir de diferentes puntos de vista y perspectivas alternas a la realidad. Con la tecnología y las herramientas digitales se han realizado nuevas lecturas a partir de la manipulación de colores, tamaños y adaptaciones de la imagen que en el papel de manera análoga no se pueden lograr.

Por la importancia actual de esta técnica, la editorial Gingko Press de China publicó un libro que recopila a los mejores exponentes del collage contemporáneo, entre los que aparecen 5 artistas mexicanos que están destacando del otro lado del mundo a pesar de que en nuestro país aún no son tan reconocidos. Lo interesante de Mix & Match. Exploring Contemporary Collage es que incluye perfiles emergentes y de amplia trayectoria; bajo una curaduría guiada únicamente por el valor de la propuesta estética y discursiva, dejando de lado el número de likes en sus redes sociales. Esta selección permite apreciar el estilo propio que cada artista manifiesta en obras de arte, proyectos de diseño editorial, portadas de libros e incluso en la publicidad.

«We think a thought.
We think a very different idea.
We combine both (very different) thoughts.
We have created something new».

Es la premisa creativa de esta publicación que reconoce al collage como un acto natural, intuitivo y cotidiano que ocurre al experimentar e interactuar con paisajes, figuras y conceptos abstractos, e incluso con el cuerpo humano al tratar de entenderlo gráficamente. Con tintes surreales, inquietantes, cómicos e incluso críticos, los collages que se reúnen en esta antología visual representan lo mejor de la escena actual y revelan cómo los creativos reinterpretan y deconstruyen paradigmas a través de la fusión del mundo análogo y el umbral digital. Este libro es una invitación a soñar y atreverse a crear y reimaginar el mundo en el que vivimos.

Te compartimos la obra de los cinco artistas mexicanos de collage que forman parte de esta lista que reúne a los mejores creadores contemporáneos de universos paralelos y dimensiones de recortes, gracias a aquellas coincidencias y hechos fortuitos dirigidos por el azar y la casualidad que los enriquecen como creadores.

Eduardo Ramón Trejo
@eduardo_ramon_t

A Eduardo le sorprenden las similitudes que ha encontrado entre collage y la vida, sobre todo porque su trabajo lo ha vuelto consciente de que en ambas el azar tiene el poder para introducirse y entrelazar pequeños retazos genuinamente inconexos y terminar formando historias que no podrían comprenderse sin darle el crédito a la casualidad. Además ha comprendido cómo los accidentes y las circunstancias son la base de la técnica y de la vida misma.

Sus ilustraciones aíslan elementos y personajes de su contexto original para transportarlos hacia un universo surreal compuesto por máquinas, robots, partes del cuerpo humano y elementos orgánicos que se unen en relatos futuristas y realidades distópicas. Sus collages se interpretan como narraciones que Eduardo ensambla como la edición de una película, a partir de un escenario donde se desarrollarán las historias que el artista reproduce una y otra vez en su mente, entre texturas, colores e híbridos.

Su obsesión con esta técnica surgió de manera inesperada e imprevista gracias a la música, específicamente a The White Stripes, pues el diseñador encargado de la imagen de la banda, Rob Jones, ilustraba su material gráfico con collages fabricados con grabados y fotografías antiguas, lo cual despertó el interés de Eduardo por todos esos mundos bizarros que se pueden crear sin necesidad del dibujo u otra técnica artística.

Cada una de sus piezas es una atmósfera cuidadosamente montada con referencias nostálgicas y una tendencia vintage que contrasta y revitaliza con inquietudes contemporáneas. En los detalles está el sello personal de este artista, quien de manera meticulosa agrega elementos en colores noir que le añaden fuerza y dinamismo. Su trabajo revela también su interés por la ciencia y la historia, así como su pasión por el cine y la fotografía.

Israel G. Vargas
@israelgevargas

Israel se especializa en proyectos editoriales, también ha trabajado como ilustrador y editor gráfico en publicaciones como Revista Picnic, Yaconic, Indie Rocks! y La Peste. El collage digital ha sido el medio para ilustrar reportajes, carteles y portadas donde la naturaleza tiene un papel protagónico.

Su estética se debate entre la geometría y la naturaleza, a partir de fractales rebeldes y secciones aureas que se ven desafiadas por rostros y elementos orgánicos que le dan equilibrio y armonía a la composición. La razón y el instinto conviven en sus ilustraciones, donde las líneas, simetrías y planos propios del dibujo arquitectónico se convierten en el hábitat de aves, mariposas y plantas.

Los rostros que introduce en sus collages expresan también la dualidad que nos define como especie, como aquél animal racional capaz de dejarse guiar por sus impulsos viscerales o de liberar su capacidad analítica para calcular, estructurar y abstraer la realidad a una escala donde no nos rebase de manera intimidante y podamos controlarla, por lo menos en teoría.

Oscar Rodríguez Amado
@portamalmar

Oscar se especializa en diseño editorial y gráfico. Su inspiración varía entre libros de Historia Natural, la botánica, la biología y la historia del arte.

Sus ilustraciones son pequeños relatos caracterizados por incluir pocos elementos, a los cuales se añade el uso de la tipografía y las palabras no sólo como parte de la composición visual, sino como un elemento narrativo que refuerza la imagen y le da una dimensión comunicativa al mensaje que inspira su lenguaje gráfico.

Prince Láuder
@princelauder

La obra de este artista visual es un híbrido entre la moda y el arte, a partir del cual reinterpreta y manifiesta su postura frente al ideal de belleza femenina. Ha dedicado series de collage a los grandes iconos de la moda, la música y el cine, personalidades que han inspirado al mundo durante varias generaciones y que han ganado su lugar en la memoria colectiva. Además, es uno de los protagonistas de la sinergia creativa actual que ha surgido entre el diseño y las marcas, pues ha colaborado en proyectos editoriales con publicaciones de gran relevancia, como Vogue y Harpers Bazaar, y con firmas exclusivas como Givenchy, Chanel, H&M y Kipling.

Prince Láuder se reconoce como un artista de mix media, pues se permite combinar y experimentar con técnicas tanto manuales como digitales que le permitan generar las texturas y los contrastes necesarios para sus piezas. Su producción se nutre de un caleidoscopio que enfatiza la mirada como el elemento más poderoso en la composición, sólo así puede revelar los rostros de la verdadera belleza que encierra entre sus gruesos trazos.

Su estilo es por sí mismo un collage entre el arte pop, la fotografía y la ilustración, lo cual revela una rebeldía plástica sin perder la búsqueda de la elegancia y la armonía dentro del caos. Posee una mirada irreverente y conceptual que plasma en piezas tan atemporales como la belleza que inmortaliza, porque el protagonista de sus collage es un ideal, el icono, y no una persona de carne y hueso como podría suponerse a primera vista. Sus piezas no retratan modelos a diferencia de las fotografías editoriales de moda que reflejan la lucha femenina entre ser igual al resto y ser distinta, la inspiración de Prince es algo abstracto: es la energía femenina, la experiencia, la actitud, lo corpóreo y todas las tonalidades que colorean esa esencia.

Yazmín Huerta
@yazminhuerta.artwork

Hace mucho tiempo, proveniente de una galaxia muy, muy lejana Yazmín Huerta llegó al planeta Tierra tras haber viajado a través del tiempo y el espacio. Así explica ella su presencia en este mundo, el cual la ha inspirado para dedicarse a crear impresiones eternas sobre mundos fantásticos donde lo más importante sea la música, el amor y una sabiduría oculta en las lecciones de lo aleatorio.

Disfruta mezclar cualquier “recorte” que le ofrezca nuevas formas de leer imágenes y extender su lenguaje visual. Busca el caos y la armonía al mismo tiempo por su naturaleza recíproca, disfruta sorprenderse intentando distintas maneras de hacer cosas que solía sentir que ya entendía y dominaba. Está obsesionada con el color, las texturas, los patrones, la naturaleza, el instinto y el cuerpo humano. Pero el alma de su trabajo reside en que siempre tiene tintes críticos y cómicos.

En cada collage, Yazmín conecta a la máquina del cuerpo humano con diferentes artefactos, figuras y colores para crear metáforas gráficas sobre el amor, la belleza, la creatividad, el instinto, la poesía, el sexo y las dos pulsiones que hacen girar al mundo y le dan significado a la existencia: Eros y Thanatos. Le interesa provocar y enfrentar al espectador ante estímulos mentales, sensoriales y espirituales, pues describe el arte como una actividad masturbatoria profundamente placentera con la que logra liberar su mente durante clímax cargados de intensidad y pasión desbordada. Así son sus collages: caóticos, libres, orgásmicos.

Yazmín ha sido descrita como una amante del caos, convertida en artista porque su mente desordenada y atascada de información necesitaba un medio para expresar y exteriorizar las relaciones que entreteje en su mente. Sus collages poseen un halo de ilustración, quizá por su dimensión análoga y digital que involucra una propuesta plástica al añadir coloridos trazos a mano y dibujos por encima de las imágenes ya existentes. El mix media de esta artista tiene un significado íntimo, un trasfondo introspectivo que define su obra y su propia línea creativa que refleja su personalidad hiperactiva con necesidad de una reinvención constante.

Prince Láuder y Giovanna Tommasi son dos artistas emergentes que también han decidido habitar los mundos que el collage ha creado para ellos, ya sea para disfrutar el lado salvaje de lo femenino o para generar un nuevo movimiento donde los objetos adquieran nuevas cualidades y propósitos al recortar y pegar.